La Unidad Fiscal de Derechos Humanos en Rosario informó que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificó en el cementerio La Piedad los restos de una de las víctimas de la dictadura cívico militar: Aníbal Artemio Mocarbel Ruhl, un estudiante de arquitectura y militante de la Juventud Universitaria Peronista, secuestrado y asesinado en 1977.

La identificación se hizo en junio del año pasado, pero el fiscal Adolfo Villatte no la reveló hasta que se pudiera notificar a la viuda de Mocarbel, María Luisa Rubinelli, sobreviviente de la represión ilegal de aquellos años.

La tarea corresponde a los trabajos que el EAAF realiza desde 2011 en el cementerio de Provincias Unidas y 27 de Febrero, en la recuperación de restos óseos NN. En el solar 74 sepultura 9, los restos inhumados allí el 2 de abril del 77 resultaron los de Mocarbel Ruhl, según el cotejo con el ADN de familiares localizados en Diamante, Entre Ríos.

Aníbal había nacido en 1948, en Aldea Brasilera, un pueblo del departamento entrerriano de Diamante. Comenzó su militancia en la Unión Estudiantes del Litoral-Unión Nacional de Estudiantes (UEL-UNE) de Rosario y más tarde se sumó a la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y Montoneros. Antes había formado parte del Peronismo de Base (PB) y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), de la que fue uno de sus fundadores además de estudiante en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Rosario.

Aníbal Artemio Mocarbel Ruhl.
Aníbal Artemio Mocarbel Ruhl.

Junto a su hermano habían iniciado un negocio de carpintería y como muchos jóvenes de su generación en 1969 fue partícipe del Rosariazo. 
Una patota del terrorismo de Estado lo secuestró el 28 de febrero del 77, a los 28 años, de su casa de Ituzaingó 71, junto con su esposa, María Luisa Rubinelli, a quien liberaron 38 días después.

Ella interpuso un recurso de hábeas corpus por su esposo desaparecido. El juez federal Guillermo Tschopp se declaró incompetente en ese entonces.

Mocarbel fue uno de los secuestrados cautivos en el centro clandestino de detención del Ejército en Granadero Baigorria, La Calamita. Su cuerpo, y el de otros tres jóvenes, apareció calcinado el 17 de marzo de ese año, dentro de un Ford Falcon incendiado, en la ruta 34, cerca del acceso a Ibarlucea.

La autoridad militar falseó un enfrentamiento armado entre fuerzas de seguridad para explicar la escena, y quemó el vehículo y los cuerpos para ocultar las huellas de la tortura a la que sometieron a Mocarbel y a sus compañeros, luego identificados como Jorge Luis Ruffa, Ernesto Víctor Traverso, y Guillermo Horacio White, todos prisioneros en La Calamita.