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Un informe de investigadores del Conicet reveló que las aguas de la cuenca del río Paraná sufren la presencia de glifosato, el discutido herbicida utilizado en la agricultura que es señalado por la OMS como cancerígeno. La novedad no tomó por sorpresa a la agrupación ambientalista El Paraná no se toca, aunque de todos modos expresaron su preocupación por el hallazgo científico.

Para Victoria Dunda, abogada y miembro fundadora del grupo ambientalista, el descubrimiento “es trascendental, pero no nos sorprende porque sabemos que con la masividad y el descontrol con que es utilizado este herbicida en la provincia y en todo el país, era de esperarse encontrarlo como lo hicieron”.

Dunda celebró “lo acertado de realizar esta investigación”, y remarcó que “no nos llama la atención que lo hayan encontrado, son 350 mil litros de glifosato desparramados en la Pampa húmeda, lo más común era que se encontrara como este informe lo hizo”.

Desde El Paraná no se toca se mostraron preocupados por la presencia del glifosato en las aguas del Paraná y sus arroyos afluentes. “Este herbicida tiene efectos cancerígenos comprobados por científicos, encontrado en el agua que se utiliza para potabilizar es verdaderamente alarmante”, subrayó Dunda.

Asimismo, la abogada ambientalista sostuvo que “en lo que más hay que hacer hincapié es en la acumulación del glifosato en los sistemas ambientales, cómo se acumulan estas partículas dentro del ambiente”. En ese sentido, alertó que “esto es lo altamente peligroso, porque lo vamos a encontrar en 30 o 40 años”.

Conocidos los datos del informe encarado por los investigadores del Conicet, para Dunda es momento de que el Estado asuma “la realidad, no puede hacer más oídos sordos a las denuncias de científicos y asociaciones civiles”. Y, al respecto, consideró que debe “ejecutar en consecuencia”. “Esperamos que este informe sea un llamado de conciencia y el poder político reaccione”.