La titular de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, se reunirá en una audiencia con el Papa Francisco en Roma. Bergoglio la recibirá en la residencia de Santa Marta y Bonafini le entregará un pañuelo blanco, símbolo de la organización que reclamó por los desaparecidos en la última dictadura militar.

La visita se produce luego de una fuerte repercusión política, ya que Bonafini había sido muy crítica de Jorge Bergoglio antes de que éste fuera designado Papa el 13 de marzo de 2013. Sin embargo, Bonafini dijo públicamente que se había “equivocado” en su momento en sus declaraciones y que entiende que el Papa ahora  “juega un papel para el lado del pueblo”.

Pero la cuestión no termina aquí. En la previa, el Papa dejó trascender un mail que le envió a un amigo con el que siempre habla, el cual decía: “Si me usa o no me usa no es mi problema”.

“Esta señora, desde la plaza (de Mayo), me insultó varias veces con artillería pesada pero a una mujer a quien le secuestraron los hijos y no sabe cómo y cuánto tiempo los torturaron, cuándo los mataron y dónde los enterraron, no le cierro la puerta. Lo que veo allí es el dolor de una madre. Si me usa o no me usa no es mi problema. Mi problema sería no tratarla con la mansedumbre de pastor”, agregó Francisco.