La causa por las estafas con fondos judiciales inmovilizados en perjuicio del Banco Municipal que saltó a la luz en 2012 y desató un escándalo en los Tribunales provinciales de Rosario tuvo dos condenas en un trámite abreviado previo al inicio del juicio oral que empezaría en noviembre. 

Se trata de un ex juez y un ex empleado del Banco Municipal, entidad donde se depositan fondos de causas que quedan inmovilizados hasta 10 años de vigencia. Si en ese período no tienen actividad judicial, pasan a la Caja de Jubilaciones. Las estafas se producían poco antes de que se cumpliese ese período, para garantizar que nadie haría el reclamo ni iniciara trámite alguno, por ejemplo, con alguna sucesión.     

Por un lado, el ex juez civil y comercial Alejandro Pedro Martín, que libraba oficios de cobro por juicios falsos, pactó una condena a cinco años de prisión efectiva pero la cumplirá en su domicilio porque está a cuidado su hija menor de edad con un delicado estado de salud. 

En tanto, la otra persona es un ex empleado del Banco Municipal es otro condenado por su rol de filtrar los datos de las cuentas inmovilizadas y su vencimiento para poner en marcha el circuito. Reconoció los hechos que le atribuyeron, aceptó el encuadre legal de los delitos y acordó una pena de 3 años de prisión de ejecución condicional. 

Según publica La Capital, en la sumatoria de extracciones y movimientos bancarios se pudo comprobar, aunque no descartan que sea mayor aún,  que la calificada asociación ilícita obtuvo cerca de 1 millón 50 mil pesos según la documentación detectada en el juzgado Civil y Comercial Nº 17 a cargo de Martín, y otros 250 mil pesos del juzgado Civil y Comercial Nº 1, donde se desempeñaba Norberto Scavone, también imputado como parte de las maniobras.