“El salón estaba pelado”, describió la mamá de la quinceañera que no pudo festejar su cumpleaños luego de que estafaran a la familia con el servicio contratado. Durante un año pagaron la fiesta de quince pero al llegar al lugar se encontraron con que no había catering, ni decoración, ni habilitación municipal.

Juana Rivero no sale de su asombro. La ilusión de su hija se hizo añicos el mismo día de la fiesta cuando todo en teoría estaba preparado y sólo restaba ingresar al salón de fiestas y disfrutar. Pero cuando la joven se dirigía ya vestida y maquillada al salón, la familia tuvo que cancelar todo.

Durante un año la familia pagó 40 mil pesos mediante distintas entregasa quien decía ser el responsable. Accedieron al servicio “por recomendación” y tras chequearlo en una página web donde se describía el salón y el servicio de catering. Según la damnificada, el hombre hasta último momento sostuvo la mentira:  “A las 17 me dijo que estaba llevando las últimas cosas”.

Al notar la ausencia de comida y bebida, los anfitriones de la celebración volcaron su furia contra Patricia M, esposa del dueño del local. En dicho instante, efectivos del Comando Radioeléctrico se hicieron presentes en el salón para calmar a las personas, que habían agredido a la mujer, y atender la denuncia.