A fines de marzo de 2017, la Municipalidad de Rosario instaló en la esquina de Córdoba y Corrientes un semáforo horizontal en el piso, apuntado a advertir a los peatones despistados que circularan usando el celular. La medida fue resistida por un sector de los rosarinos, que cuestionó el alto costo de un dispositivo que no consideraban prioritario para la ciudad. Pero parece que la idea prendió en otro lado: en el Conurbano bonaerense ya hay 16 instalados y quieren llegar a cuarenta.

En la provincia de Buenos Aires, los semáforos horizontales llegaron a siete partidos (de los 135 que la conforman) y quieren ampliar su inserción. Por ahora, la tecnología está en Colón, 3 de Febrero,  San Fernando, Avellaneda, Madero, Constitución, Presidente Perón e Hipólito Yrigoyen (la Ruta 202), donde están las zonas más comerciales. 

Vale señalar que, a pesar de la polémica, Rosario fue pionera en el uso de los dispositivos. No mucho después, Capital Federal imitó la medida y a mediados del 2017 instaló semáforos horizontales en esquinas clave de Retiro.

Mientras que en Rosario hay sólo uno, y por ahora no pareciera haber intenciones de agregar más, en el Conurbano ya se pusieron dieciséis de una primera tanda de cuarenta. Es que la colocación de semáforos LED seguirá en una segunda etapa de trabajos que contemplará la zona Oeste de la provincia. Los vecinos bonaerenses, por ahora, no se manifestaron en contra de la tecnología.