El Ejército sirio encontró una fosa común con 70 cadáveres de soldados y civiles, entre ellos varias mujeres, la mayoría de ellos esposados y ejecutados con un disparo en la cabeza, en Ghouta Oriental, la región al este de la capital Damasco, que fuera hasta 2018 un bastión de las milicias rebeldes, informó este lunes la agencia estatal SANA.

El jefe de la Subdivisión de Policía Militar en Damasco, general de brigada Mohammad Mansour, indicó que el número aproximado de cuerpos que se han recuperado es de unos 70, que sus muertes se produjeron entre 2012 y 2014 y que hay más fosas en el lugar, por lo que seguirán buscando en las cercanías.

La fosa común se encuentra localizada en las granjas de Al Eib, al sureste de la ciudad de Duma, la más grande de Ghouta Oriental.

Damasco logró, con el apoyo de Rusia, el control completo de Ghouta Oriental el 14 de abril de 2018, tras un asedio de cinco años, de 2013 a 2018, "el más largo de la historia moderna", según la Comisión Internacional de Investigación de la ONU para Siria.

Ghouta estaba controlada por facciones alzadas contra el gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad, que acabaron aceptando "acuerdos de reconciliación", con mediación de Rusia, que los condujeron en autobuses hacia el norte del país, la gran mayoría a la provincia de Idleb, hoy último feudo insurrecto en Siria y objetivo también de una larga ofensiva desde el año pasado.