El nuevo Código de Convivencia que aprobó el Concejo municipal pone por primera vez el foco en los cuidacoches, una actividad que ha generado polémica sobre todo cuando se visualizan hechos violentos. Lo que se hizo es incorporar la figura de extorsión al Código, figura penal en la que la Municipalidad no tenía competencia. 

En ese punto se establece que “la persona que, mediante actos determinados obstruya o altere la fluidez o seguridad del tránsito, o que mediante actos extorsivos y/o de cualquier otra manera se arrogue preferencia de uso sobre la calzada, será sancionada con multa de 10 a 200 UF y/o con la realización de tareas educativas y concientizadoras”.

“Teníamos posturas desde querer prohibirlos hasta regularlos, y salió la propuesta del intendente de incorporar la figura de la extorsión como falta o contravención. Hasta ahora el municipio no tenía potestad ni posibilidad de actuar”, sostuvo la presidenta del cuerpo, María Eugenia Schmuck en Sí 98.9

A partir de esta modificación se convierte en falta y el municipio puede aplicar multas. “Esto va de la mano de un permanente control periódicos de la municipalidad en aquellos lugares donde sabemos que hay organizaciones delictivas disfrazadas de cuidacoches, como estadios, o recitales, o barrios puntuales y no aquel que se gana el mango y es conocido en el barrio. Es la municipalidad la que debe comprobar ese acto extorsivo y no solamente el vecino”, detalló.

Es decir, que no se abordó la cada vez más masiva actividad, ya sea con una regulación o prohibición, sino que se mantiene y se actúa sobre eventuales episodios violentos que son los menores.