El arzobispo de la ciudad de La Plata, Víctor Manuel Fernández, afirmó que el sacerdote Eduardo Lorenzo, acusado de al menos cinco abusos sexuales a niños y adolescentes, "se quitó la vida después de largos meses de enorme tensión y sufrimiento".

Además pidió a los feligreses católicos "unirnos en oración por él, para que el Dios de la vida lo reciba en el amor infinito".

"El mismo Señor nos ayudará a comprender algo en medio de este misterio oscuro, y nos enseñará algo aún a través de este dolor. Los abrazo a todos con afecto en Cristo", afirmó Fernández en una nota publicada en la web del Arzobispado de la capital de la provincia de Buenos Aires.

Lorenzo se suicidó de un disparo el lunes a la noche, en la oficina de Caritas en La Plata, donde residía, informó la Policía.

El cuerpo del cura "fue encontrado tendido en el suelo, con posibles manchas hemáticas (de sangre) y, a un costado, un arma de fuego", detalló un parte policial.

La jueza Marcela Garmendia había librado este lunes una orden de detención de Lorenzo por cinco casos de abuso sexual, pero un recurso de eximición de prisión presentado por la defensa del religioso evitó su arresto, lo que fue calificado como "un escándalo" por el abogado querellante Juan Pablo Gallego.

El recurso había sido rechazado en primera instancia por la jueza pero la defensa del sacerdote apeló a la Cámara, por lo que no se había resuelto aún la detención.

Gallego dijo a Télam que "es un final propiciado por la inercia y la complicidad judicial. Hace más de una semana la jueza Garmendia tenía la pericia que la obligaba a detener" a Lorenzo.