Unos 40 trabajadores de Cargill Alvear y Villa Gobernador Gálvez se encontraron este martes con una desagradable sorpresa al no poder ingresar a sus puestos y encontrarse, en cambio, con telegramas de despido tal como había ocurrido en la jornada de lunes en Bahía Blanca con un empleado. Todos habían recibido el ofrecimiento de retiro voluntario por parte de la multinacional, aunque el mismo no fue aceptado y, frente a esto, la empresa decidió cortar por lo sano y despedir a discreción, aunque luego explicaron que se trata de una reestructuración. Los afectados hablan de “retiro forzado” y lanzaron un paro permanente hasta encontrar una solución.

“Estamos en una situación complicada por tiempo indeterminado. Hasta que no reincorporen no vamos a levantar el paro”, sentenció Sergio Díaz, del Sindicato de Aceiteros de Rosario, en diálogo con Sí 98.9.

A los trabajadores tampoco les cierra la explicación formal que intentó dar la empresa a través de un comunicado. Cargill habla de “garantizar la continuidad de las operaciones de forma efectiva y eficiente, compatibles con los nuevos desafíos del negocio” y ese proceso, aseguran, es necesario “el reemplazo de determinados perfiles con el objetivo de adaptarlos a las nuevas necesidades del negocio”. Los empleados interpretan esto como “una provocación gremial, un adoctrinamiento dentro de la fábrica”.

“Si una empresa miente en una negociación, qué puedo creer de un comunicado”, se quejó Díaz. El gremialista recordó que “ya nos hemos sentado a negociar y nos han faltado a la palabra” por lo que ahora el camino será el de la lucha en la calle y las medidas de fuerza.

Para Díaz, el clima de época favorece a las empresas. “Me pregunto qué hay detrás de todos los despidos que hay en el país. Qué está sucediendo en nuestra sociedad que hay tanta desgracia en la clase trabajadora”, señaló.

Los Aceiteros de Rosario remarcaron que Cargill fue de todas las empresas la que más tonelaje de cereales y aceite exportó, “la que más dinero ganó”. En la misma sintonía se había expresado el diputado provincial Carlos Del Frade al asegurar que la multinacional facturó en 2017 unos “55 mil millones de pesos”, es decir “106 mil pesos por minuto”.