Pobladores de la isla El Espinillo, ubicada frente a la costa rosarina en jurisdicción entrerriana, denuncian que desde hace años viven amenazados Acosta, un ganadero que asegura que son suyas las tierras donde tienen asentadas sus viviendas.

El lunes fueron recibidos por la Comisión de Derechos Humanos del Concejo Municipal de Rosario para exponer su situación y evitar de una buena vez "la impunidad y los atropellos". Ellos aseguran que las fuerzas de seguridad estarían en connivencia con estas personas que manifiestan ser propietarios de los terrenos. 

Mauro Aranda, uno de los isleños, vive constantemente las amenazas y hostigamientos por parte de esta persona. Según indicó en diálogo con Ariel Bulsicco en la mañana de Sí 98.9 el viernes pasado fue víctima de violencia física.  El comisario de la Segunda Circunscripción de Islas, como se denomina al destacamento asentado en el Charigüé, reaccionó violentamente y amenazó al joven. 

Por el hecho se presentó una denuncia penal en la Fiscalía de Victoria y se notificó a la Secretaría de Derechos Humanos de Paraná.

"Estas personas vienen teniendo problemas con la comunidad desde hace muchísimos años. Hay un tongo entre el ganadero y el comisario. El comisario se nos presentó varias veces en las casas, metiéndose en la vivienda, haciendo apreciaciones del lugar y apretando", detalló. 

Mauro asegura que el conflicto es por la tierra. "Nos llaman ocupas y tenemos papeles presentados, boletos de compra y venta certificados por escribanos", aclaró.

Acosta se niega a que construyan en las tierras porque se encuentran en una zona alta y por lo tanto, resguardada de las inundaciones y es muy apta para la ganadería, su actividad. 

El Espinillo tiene aproximadamente 245 hectáreas, de las cuales diez pertenecen a la provincia de Santa Fe. En 1947 esa porción fue expropiada y destinada al Ministerio de Educación, para garantizar el funcionamiento de la escuela santafesina 1.139 Marcos Sastre, que lleva 76 años en el mismo lugar. 

Las tierras fueron puestas bajo la custodia de la cooperadora del establecimiento, a la que se autorizó a "acordar permisos con carácter precario a familias con niños en edad escolar que pidan radicarse en ese terreno".

Además, el acusado, que también es puestero de la zona, fue acusado de violencia de género contra la pareja de Mauro y tiene una orden de restricción contra la vivienda. "Logramos la restricción, pero el comisario cuando apareció al otro día nos dijo que lo arreglemos entre nosotros y nos matemos. Que a mí me faltaba mucha calle, que agarraba el telefonito y andaba llamando a cualquiera. Aprietes informales, porque si tuvieran algo certero de que la tierra es de ellos deberían presentar un papel", contó el isleño en Sí 98.9.

"Si ellos te ven haciendo un corral, una huerta, cualquier cosa que los haga sentir amenazados mandan a la policía y te dicen que saques las cosas", amplió.

La impunidad y el hostigamiento de los ganaderos de la zona son moneda corriente en El Espinillo. Sin embargo, Mauro que vive desde hace un año en la zona decidió finalmente visibilizar el conflicto y actuar por las vías legales. 

#NEP - Mauro Aranda by Sí 989