La insólita aparición de un ciervo deambulando por las calles de Oroño volvió a poner en agenda la actividad de caza en la provincia de Santa Fe. La Resolución Nº 204/17 de fecha 06 de julio de 2017 permite la caza de especies exóticas como forma de control de plagas pero no habilita los cotos de caza. Sin embargo, la caza furtiva no logra ser controlada en su totalidad por las autoridades. 

Los animales que no son autóctonos generan problemas de todo tipo en el hábitat que se desarrollan. Según la resolución, se convierten en una amenaza para especies silvestres autóctonas; producen daños en sembradíos e infraestructura de establecimientos agropecuarios ocasionando importantes pérdidas económicas, entre otras causas.

Por eso la normativa establece que es “necesario reglamentar la introducción, permanencia, crianza y/o control de estas especies”. ¿Cuál es la solución? Habilitar a que los dueños de los campos que tengan estos problemas, puedan dejar ingresar cazadores para que le solucionen el problema de las plagas y de paso despunten el vicio. Pero está prohibido hacerlo en La Capital, Rosario y San Lorenzo.

Es decir, que la actividad sólo podrá realizarse a solicitud y con expresa autorización del dueño o encargado del predio donde se realice la caza de las especies que se encuentren. La reglamentación establece las armas permitidas para la caza y las especies autorizadas: el jabalí, ciervos (dama, axis, rojo), antílope, y cabras salvajes “sin límite de piezas y en toda época del año”.

Un ejemplo son los chanchos jabalíes que hacen estragos en el norte santafesino. “Quitan lugar, quitan el hábitat de otros animales, rompen los silos bolsa de los productores, y son muy agresivos porque andan en manadas”, describió Javier Rafaelli, Director General de Recursos Naturales del Ministerio de Medio Ambiente. Por otro lado se habilita la caza deportiva de patos, perdices, liebres y cotorras, conocida como turismo cinegético. 

No es el caso del ciervo axis, como el que correteó por Pichincha, el cual no se encuentra en Santa Fe pero sí al poner un pie en las islas entrerrianas, cruzando el Paraná. "Está muy arraigado en la zona de las islas, se los escucha cantar. Hay tropas. Como hay vacas, en algunos lugares hay ciervos ", confió un baqueano a este medio.

Cotos de caza

En Santa Fe no están habilitados los cotos, es decir, predios cercados donde se encierran a los animales, garantizando la caza. Sin embargo, esto no resuelve totalmente la caza furtiva, sobre todo en el norte de la provincia, ni se descarta que algún que otro tirador se tiente de apuntarle a los ciervos en la zona de Rosario y Victoria de manera ilegal.

Incluso no todos los dueños de campo piden los permisos requeridos para eliminar las plagas, por ejemplo de jabalíes, y proceden por su cuenta según reconocen desde el área provincial. 

Oscar Duso es dueño de la armería La Escondida de Santa Fe y vende paquetes de caza solo en Corrientes, donde la normativa es permisiva y están habilitados los cotos. Vende los servicios a personas del litoral, no a extranjeros. Un fin de semana de caza en un rancho puede costar entre 3.000 y 6.000 pesos.

El cazador deportivo es raro que venga a Santa Fe porque no tiene seguridad. Prefiere irse 1.000 veces a Corrientes porque estás autorizado hasta por ejemplo a transportar la carne del ciervo a tu casa sin problemas en Santa Fe no está permitido. La carne de ciervo es muy precisada”, explicó a Rosarioplus.