La presunta estafa a decenas de proveedores por parte de la firma Dimare SRL, dedicada a la venta de materiales para la construcción, superaría ampliamente los 20 millones de pesos, según fuentes judiciales. Se espera que se registren más denuncias en los próximos días, por lo que ese monto subiría. Mientras avanza la investigación formal, numerosos damnificados que tomaron conocimiento de la situación manifestaron su furia en el blog que la propia empresa dispone en su web.

Fuentes cercanas a la investigación precisaron que habría 35 chequeras involucradas en la presunta estafa. El dueño de la empresa, quien firmaba los cheques, está identificado, pero se encuentra prófugo. La Justicia ya libró una medida para localizarlo. 

En la Unidad Fiscal de Delitos Económicos y Complejos se acumularon denuncias de varias personas afectadas por la maniobra, pero la indignación no quedó sólo en lo formal. Más de 25 comentarios dejados en el blog de la compañía tienen un rasgo común: se busca recuperar los materiales vendidos a la empresa Dimare SRL, abonados con cheques sin fondos. 

En línea general, los comentaristas (tanto de empresas radicadas en Rosario como de Buenos Aires) buscan sumar testimonios para que tengan más peso en la causa judicial. Se repiten las frases: “A mi también me engancharon”, “Yo también caí”, “Llamenme así nos juntamos".

Según los primeros datos colectados en el marco de la investigación, la empresa hizo transacciones con cheques a cobrar en un plazo de 40 días, y varios fueron a cobrarlos en diversos bancos locales, pero los cheques emitidos no contaban con fondos o habían sido adulterados. Luego, la empresa desapareció de su lugar físico, en Presidente Quintana al 2400, y aclaró que se mudaban a  Hurlingham. Pero esa mudanza no se habría concretado.

La Fiscalía por estas horas está recabando más datos pero la presunta estafa rondaría, aseguran, los 20 millones de pesos. La suma es tan alta dado que se trata de compras que efectuaba la empresa a proveedores de materiales y maquinaria de construcción que tienen costos elevados en el mercado.

La empresa en el análisis de riesgo resultaba confiable, incluso para las entidades bancarias y el Banco Central, por lo que las ventas de materiales se efectivizaban con cheques de pago diferido.