Los docentes de todo el país se hicieron sentir con el paro nacional como respuestas a la represión a los trabajadores de Chubut ocurrida la semana pasada durante una manifestación. La marcha tuvo su epicentro en la Plaza del Congreso, en Buenos Aires, aunque también se replicó en Rosario.

Convocada por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), se trató de la quinta huelga de 24 horas organizada por los docentes y, con ella, reiteraron su reclamo de que el Ejecutivo de Mauricio Macri reabra las paritarias para adecuarlas a la inflación.

En Rosario, la concentración tuvo lugar en la Plaza Pringles. Víctor Cabrera, Consejero Estudiantil de la UNR, señaló que se viven “días de incertidumbre” en los cuales la principal preocupación pasa por saber si se iniciará o no el segundo cuatrimestre. “La situación de los docentes es crítica. Más allá de repudiar lo que pasó en Chubut, donde se atraviesa una crisis total, como estudiantes y miembros de la comunidad educativa estamos muy preocupados por lo q se viene”, completó.

Por su parte, el secretario general de prensa de la Ctera, Guillermo Parodi, recordó que, tras cien días con el mismo conflicto activo en la sureña provincia de Chubut, la pasada semana "representantes sindicales que ingresaban a la mesa de negociación de paritarias fueron brutalmente reprimidos por la Gendarmería".

"Es un conflicto que atañe a los docentes, que es un conjunto de trabajadores de provincia que se ven afectados con pagos salariales escalonados y que sufren un congelamiento salarial desde julio del año pasado", aseguró Parodi a EFE.

La defensa del Gobierno

El ministro de Educación argentino, Alejandro Finocchiaro, cuestionó la efectividad de la huelga al considerarla "partidaria" y acusó al sindicato convocante de representar "cada vez menos a los docentes".

"La medida es desproporcionada porque busca nacionalizar un conflicto, como el de Chubut, que es provincial. Es un paro sin consignas claras, ni precisas, que tiene como objetivo generar una sensación de malestar", defendió Finocchiaro en un comunicado.