La aprobación del proyecto para la construcción de tres torres de elevada altura en el microcentro de la ciudad todavía arroja coletazos. La iniciativa que planteaba una excepción a la normativa urbanística vigente recibió el visto bueno del Concejo Municipal tras un debate caliente y sin el aval de los vecinos de la zona, pero la polémica no se terminó en esa votación.

Conscientes de que son numerosas las aprobaciones de excepciones a empresarios que invierten en la construcción, los ediles del bloque Ciudad Futura plantean un nuevo mecanismo de sanción para estos casos que se debatirá en las comisiones del Concejo luego del receso invernal.

El proyecto, según explicaron desde el espacio que cuenta con cuatro legisladores en el Palacio Vasallo, propone una nueva forma de abordar las sanciones “dado que las herramientas que tenía el Estado para sancionar estos actos no se aplican”.

Lo que Ciudad Futura pretende es que en lugar de cobrarse “una multa irrisoria, quien transgredió la norma tenga que donar una parte de lo construido para que el Estado disponga de ello y aborde desde ahí distintas situaciones de emergencia”.

Hecha la ley... 

El 80% de los expedientes que trata la Comisión de Planeamiento en el Palacio Vasallo, según detallan ediles de Ciudad Futura, tienen que ver con la regularización de proyectos de desarrollo urbano que transgreden la norma, ya sea porque invaden una calle, ocupan el centro de manzana o se construyen más pisos de lo permitido.

“Se construye por fuera de la norma, y con el hecho consumado, se va al Concejo en busca de una excepción que permita la regularización de esa obra ya terminada, que en la enorme mayoría de los casos se consigue tras una multa irrisoria que no afecta en absoluto la ventaja económica que consiguen construyendo más allá de lo permitido”, se quejaron los concejales, que a la vez afirmaron que este tipo de maniobra ya se volvió regla.

“Saben que lo que hacen está fuera de la ley, pero también saben que difícilmente el Estado ordene la demolición como forma de regularización de la obra (sucedió solo una vez), y que en cambio opte por una multa económica irrisoria que no desalienta para nada este tipo de conductas que están al margen de la ley”, concluyeron.