La contaminación en el basural de Ricardone no solo persiste, sino que se agrava año tras año. Así lo denunció el Taller Ecologista, que volvió a advertir sobre los efectos del mal manejo del relleno sanitario ubicado en esa localidad del Gran Rosario. Nuevos estudios realizados en febrero de este año revelaron una alta carga orgánica en los cursos de agua aledaños, con niveles de cromo y níquel aún más altos que en 2023.

La organización presentó estos datos ante autoridades provinciales y municipales, pero según denunciaron, no hubo respuestas a la altura de la situación. “Desde que hicimos las denuncias en 2023, el municipio empezó a visitar el lugar, pero no tomó muestras ni aplicó sanciones”, afirmó Mirko Moskat en diálogo con Leo Ricciardino en el programa Estamos de vuelta, por Sí 98.9.

Los lixiviados generados por la basura fluyen a través de canales pluviales hacia el arroyo Ludueña y, de allí, al río Paraná. Las muestras tomadas por el Taller mostraron valores excesivos en Demanda Biológica y Química de Oxígeno, además de la presencia de metales pesados. Todo indica que se trata de líquidos altamente contaminantes, sin tratamiento alguno.

Además, desde la organización ambiental observaron maniobras sospechosas en el lugar. Entre ellas, el uso de una bomba que parecería verter agua para diluir los lixiviados y facilitar su circulación hacia los canales. Según Moskat, esta situación se mantiene desde hace meses sin ningún tipo de intervención efectiva.

El basural recibe residuos de más de diez localidades del área metropolitana, con Rosario como principal generadora: aporta cerca de 300.000 toneladas al año. Para el Taller Ecologista, el gobierno provincial y los municipios involucrados comparten la responsabilidad de una crisis ambiental que, sostienen, pone en riesgo la salud de toda la región.

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#EstamosDeVuelta-Entrevista Mirko Moskat by Sí 989