El proyecto para prohibir la tracción a sangre en toda la provincia de Santa Fe obtuvo dictamen favorable en la comisión de Agricultura y Ganadería con el apoyo del Frente Progresista y el PRO. La iniciativa, presentada en marzo por el gobernador Miguel Lifschitz, ya genera preocupación entre los cartoneros, que pretenden conseguir un sistema de reciclaje urbano que los contenga y reconozca como trabajadores, temerosos de que se repita la historia que se vive en Rosario. “Acá asesinaron a compañeros para robarles los caballos y cobrar los 10 mil pesos que daba la Municipalidad”, denunciaron desde la Cooperativa de Cartoneros Unidos, en alusión a una consecuencia inesperada del estímulo propuesto por el Estado para reemplazar la tracción a sangre.

En marzo del año pasado se abrió el registro del programa Andando, impulsado por el Ejecutivo local para que los recolectores entreguen sus caballos a cambio de una alternativa que les permita seguir trabajando. Mónica Crespo, referente de la Cooperativa, contó a Rosarioplus.com que desde entonces no contaron con el apoyo necesario y parece tener muy claro lo que ocurrirá si finalmente prospera la idea del gobernador.

“Desde que se sancionó la ordenanza en Rosario nadie nos dio una mano, la seguimos peleando solos como siempre. Nosotros le apuntados a la pobreza que hay en la ciudad y que se agravará si se prohíben los caballos”, manifestó la integrante de la Cooperativa, que además forma parte de la Federación de Cartoneros y Recicladores.

Crespo contó que por ahora muchos trabajadores siguen utilizando la tracción a sangre porque mientras no accedan a otra alternativa la ordenanza los ampara, pero denunció que la eliminación de los caballos no hizo más que aumentar los índices de delincuencia. “Tendrían que sentarse a escucharnos. Nosotros hemos presentado proyectos ‘sin el caballo’, pero lo que se hizo en relación al carro y los animales, lo único que consiguió fue aumentar la violencia. Conozco casos de trabajadores asesinados o mutilados para robarles el caballo”, sentenció Crespo, miembro de la única Cooperativa de trabajadores cartoneros en la ciudad.

La realidad que se vive en los barrios bajos, generalmente puede ser descripta sin pelos en la lengua por quienes la soportan día a día. “Somos una raza en extinción. Yo peleo porque no haya más pibes mangueando en el semáforo, quiero pibes alimentados. Ese pibe mañana puede matar a mi hijo. Lo único que queremos es laburar, no queremos planes sociales”, disparó la referente del sector.

Un plan integral

Se calcula que unos tres mil santafesinos se dedican de manera informal a la recolección y venta de cartón, “un negocio que deja mucha plata a muchos empresarios”, según marcaron desde la Cooperativa. Por eso, los trabajadores entienden que el Ejecutivo (provincial o municipal) debería reconocerlos como tales y plantearon un proyecto que apunta al reciclado de basura mediante un Sistema de Gestión de los Residuos Sólidos.

Además, por estos días los cartoneros llevan adelante en todo el país la campaña Reciclado en Nuestras Manos, en la que proponen que el manejo de residuos siga en manos de quienes lo realizan desde hace años, los recolectores informales.

“Nos oponemos rotundamente a que la realidad de un sector enorme de la población provincial que vive de los Residuos Sólidos se reduzca a la ‘sustitución del uso de los caballos por otros medios’”, sentenciaron.