El juez de Sentencia nº 3 de Rosario, Edgardo Fertitta, recibió el viernes pasado dos llamados amenazantes desde una unidad penitenciaria de la provincia. El interlocutor se identificó en ambos casos como "Cantero", tal el apellido de la familia que dio origen a la banda Los Monos. Precisamente, este magistrado tiene a su cargo la definición y sentencia de esa causa penal.

Ese viernes, Ramón Machuca, alias Monchi Cantero, había denunciado a través de un video público que en la cárcel de Coronda desde el Servicio Penitenciario estaban buscando propiciar un motín de presos para mandarlo a matar, según dijo.

Este mediodía, un vocero del Poder Judicial informó que en la primera comunicación, ocurrida a las 12.35 del viernes, el presidiario llamó al despacho de Fertitta en Tribunales y pidió hablar con él, pero le dijeron que este no se encontraba. El segundo llamado fue realizado cinco minutos después y allí el autor de la llamada dejó a la empleada judicial un mensaje para el titular del juzgado: "Decile que se meta el traslado ya sabe dónde, y que lo voy a matar".

De inmediato, luego de enterarse de lo ocurrido, Fertitta realizó la correspondiente denuncia por amenazas en el Ministerio Público de la Acusación.

Ese mismo viernes, Monchi Cantero, que se encuentra detenido hace dos meses y medio en la cárcel de Coronda, envió al canal C5N dos videos en los denuncia irregularidades en las requisas y sugiere una conspiración para terminar con su vida. "Están queriendo calentar el ambiente como en el 2005, para que un preso me mate o que yo mate a alguien", manifestó. Además, en las filmaciones muestra los supuestos destrozos ocurrido durante requisas exhaustivas, según él, ordenadas directamente por el gobernador de la provincia o el Ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro.

En los días previos a las llamadas amenazantes, se habían recibido múltiples comunicaciones provenientes del mismo establecimiento penitenciario, en las que los interlocutores identificados como "Cantero" y "Chamorro", pedían hablar con el Juez. El magistrado rechazó las solicitudes de los presidiarios y les expresó que cualquier petición que tuvieran debía ser canalizada a través de sus representantes legales.