Abrazo solidario en el Heca para Virginia, la bailarina baleada en zona sur
Amigos, vecinos, alumnas, todo un gentío se congregó en el hospital donde Virginia Ferreyra sobrevive a la balacera que el sábado la sorprendió en barrio Municipal, mientras esperaba el colectivo, y que acabó con la vida de su mamá.
El ingreso a la Guardia del Heca se pobló este lunes al anochecer de personas, vela en mano, y muchos carteles pegados sobre la pared con mensajes de aliento para Virginia Ferreyra, la profesora de danzas árabes que el sábado recibió 7 disparos durante una ráfaga de 40 balazos contra una torre de Maestros Santafesinos al 4700, en barrio Municipal.
Hubo una oración colectiva, aplausos y muchos abrazos para Carlos, el padre de Virginia que además carga con el dolor por la muerte de su esposa, Claudia Deldebbio, que no sobrevivió a ese tiroteo.
Contó que su hija, de 32 años, está en estado muy delicada. "Está con respirador artificial y coma inducido, tiene varios órganos comprometidos", dijo.
El hombre lamentó la violencia que persiste en algunos barrios. "Vivimos en un barrio hermoso que se volvió inseguro. Cada vez un poquito más inseguro y nos acostumbramos a vivir en el peligro constante", dijo el hombre y afirmó que tiene "la obligación moral de estar entero" por sus hijos.
De fondo, todavía quedan dos pasacalles que recuerdan la agonía del policía Gabriel Sanabria, que logró reponerse en el Heca a las balas que un delincuente le disparó hace dos meses. Anoche todos rogaron para que el desenlace sea similar. Los pasacalles, en tanto, lucieron como un símbolo del grado de violencia urbana que azota la ciudad.