Familiares y amigos de Carlos “Bocacha” Orellano se convocaron este miércoles por la tarde en la zona de la fluvial, precisamente en las puertas del boliche Señor Ming River House, donde un año atrás el joven fue sacado a la fuerza por policías adicionales y patovicas y después su cuerpo apareció flotando en el río Paraná 48 horas después y a metros de este local.

La actividad se enmarcó dentro de otras que comenzaron durante la mañana con una visita al Concejo Municipal, donde sus allegados solicitaron a los ediles, mediante un proyecto, se cree un centro de capacitación e investigación en derechos humanos y violencia institucional que contemple este tipo de casos que muchas veces solo cuentan con las voces oficiales.

El pedido también remarca la presencia de especialistas en el tema, como la perito Virginia Kreimer, que en este caso formó parte de la investigación por parte de la querella. En tanto la familia reiteró que en las instalaciones donde funcionó el boliche se cree un espacio de memoria contra los hechos de violencia institucional.

Frente al mural que mira hacia el Parque a la Bandera un grupo de amigos y familiares recordaron a Carlitos y cantaron canciones alusivas. Entre ellos, la concejala justicialista Norma López que felicitó el esfuerzo de la familia, la cual nunca creyó e discurso oficial. Y señaló: “Decían que acá estaba todo bien y la verdad es que había una base de impunidad que determinó que todavía estemos esperando el juicio”.  

López informó que la iniciativa familiar de dar visibilidad a la violencia institucional ya tiene ingreso y que en los próximos 15 días será tratado en comisión y luego en el Recinto. También consideró como indispensable unir las fuerzas en estos temas ya que las familias que padecen estas situaciones “están muy solas” y en ese sentido confió que se van a juntar un buen caudal de votos para que salga la ordenanza.

Quien también acercó su apoyo a la familia fue la referente en derechos humanos y diputada provincial por el Frente de Todos Matilde Bruera, quien sostuvo que fue importante el papel que jugó la Comisión Investigadora para que se impute bajo la figura de homicidio a los policías y patovicas que aquella noche participaron el apremio ilegal de Carlitos.

“El informe dio cuenta que había elementos para imputar, tal vez no para condenar ya que habrá que seguir adelante. Y la imputación es el primer paso de la investigación, por lo tanto si no había imputación era muy difícil avanzar”, aseguró la legisladora.

A un año de su muerte, pidieron justicia por Bocacha en la puerta de Sr Ming

En ese sentido Bruera afirmó que hay elementos probatorios para avanzar en las futuras condenas de los imputados, como el dato cierto que la muerte “fue violenta”, con golpes registrado aun cuando estaba con vida. “Eso coincide con lo que dicen los testigos, hay prueba que se corrobora con otra prueba”, aseveró sobre los incidentes que comenzaron dentro del boliche y continuaron al borde de la baranda de contención del río Paraná.     

La diputada reiteró la exactitud de las pruebas, y manifestó que Orellano no estaba borracho como quisieron plantar los acusados y que su deceso se produjo por asfixia ocasionada mecánicamente. “Este chico era un eximio nadador de río, hijo de un pescador, por lo tanto es imposible que se haya caído al agua y se haya ahogado solo”, enfatizó finalmente.    

A un año de su muerte, pidieron justicia por Bocacha en la puerta de Sr Ming
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