Este viernes por la noche el municipio volvió a ejecutar el protocolo de seguridad para fiestas masivas, que instauró por decreto el gobernador Miguel Lifschitz, despertando algunas resistencias. Se trata de la segunda experiencia en este sentido, luego de que el dispositivo debutara el fin de semana pasado en una fiesta electrónica en Metropolitano. Desde la Secretaría de Control y Convivencia apuntaron que el protocolo se utilizó en un complejo nocturno de Brown al 3100 con “excelentes resultados”.

“El encuentro se desarrolló con absoluta normalidad y quienes asistieron pudieron disfrutar de la música en un marco de sanidad y seguridad”, remarcó el titular del área de Control municipal, Gustavo Zignago. En ese sentido, se informó que se llevaron adelante los controles previstos en la normativa y no hubo que brindar asistencia médica a ninguno de los presentes

En rigor, desde el área de Control destacaron que en Rosario el protocolo de seguridad en fiestas masivas se viene utilizando desde el año pasado. Esta experiencia fue tomada por el gobierno provincial para ser replicado en toda la provincia, en una decisión que el gobernador Lifschitz tomó por decreto.

La medida de Lifschitz despertó algunas críticas, principalmente desde el Sindicato Único de Trabajadores de Control de Admisión y Permanencia de la República Argentina (Sutcapra), que nuclea a los vulgarmente conocidos como “patovicas”, que rechazaron el decreto y hasta amenazaron con recurrir a la Justicia para ponerle un freno.