Los investigadores de la muerte de Alejandro Scarzella, cuyo cadáver fue encontrado en el baúl de su auto en la playa de infractores del barrio porteño de Constitución en junio del año pasado, creen que el hombre fue víctima de una banda que operaba a través de la red social Badoo, que lo engañó con una falsa cita con una mujer, asaltó su casa en Hurlingham y lo abandonó desvanecido en el vehículo hasta que murió.

Fuentes judiciales aseguraron que a esa hipótesis llegó el fiscal en lo criminal 2 porteño, Santiago Vismara, tras el análisis de los teléfonos y computadoras de la víctima, que se suma a una investigación que tiene a su cargo la Justicia Federal de Quilmes y que tiene a siete personas detenidas, acusadas de integrar la denominada "Banda de Badoo".

Según el portal fiscales.gob.ar, el fiscal Vismara prevé solicitar en los próximos días que se unifiquen ambos expedientes y que se acuse a los sospechosos detenidos la muerte de Scarzella. La investigación que tiene a su cargo el fiscal Vismara comenzó el 13 de junio de 2016, cuando el cuerpo de Scarzella, de 53 años, fue encontrado en el interior de su vehículo en la playa de estacionamiento de infractores ubicada en Bernardo de Irigoyen y Juan de Garay, en el barrio porteño de Constitución. El Volskwagen Golf negro, patente IYA976, se hallaba mal estacionado en la esquina de la avenida Paseo Colón y Humberto Primo, en San Telmo, y había sido acarreado cerca de las 8.30 de esa mañana por una grúa hasta la playa de infractores, sin que los inspectores de tránsito se dieran cuenta que adentro había un cadáver. De acuerdo con la prueba colectada y que está incorporada en el expediente, Scarzella, quien estaba divorciado hace años, tenía tres hijos de 20, 18 y 13 años y vivía con su madre en Hurlingham, había concretado una cita con una mujer que conoció a través de Badoo. Los pesquisas creen que en realidad se trató de una falsa cita y que, sin saberlo, el hombre se contactó con el perfil de una mujer que en verdad era administrado por una banda criminal.

Los investigadores judiciales de Quilmes, a cargo de la fiscal federal Silvia Cavallo, determinaron que esa organización delictiva siempre empleaba la misma modalidad, ya que acordaba encuentros con sus víctimas a las que acudía una mujer miembro de la banda y las llevaba a inmuebles.
Una vez allí, los damnificados eran golpeados y amenazados por el resto de los integrantes de la organización, hasta obtener las llaves y la dirección de su domicilio. Determinaron que parte de la banda se dirigía a la casa de la víctima, intimidando al resto de la familia y haciéndose de los objetos de valor que allí hubiera, mientras el hombre capturado era obligado a ingerir una serie de pastillas con distintos componentes y ya, sin conocimiento, abandonados en la vía pública hasta que reaccionaran. Precisamente eso pasó con Scarzella, ya que cerca de las 2 de la madrugada del domingo 12 de junio, dos hombres entraron a la casa con guantes, sorprendieron a su madre que se halla durmiendo y le dijeron que venían de parte de su hijo a buscar algo, pero cuando se dio cuenta de que se trataba de un robo la mujer les indicó dónde había dinero y se fueron con ese efectivo y dos armas de fuego.

Las filmaciones de las cámaras de circuito cerrado instaladas en uno de los domicilios allanados por la fiscal Cavallo en el marco de la causa que se tramita en Quilmes, muestran a Scarzella ingresando a esa vivienda junto a una mujer cerca de las 23 del 11 de junio de 2016, y unas horas después los dos hombres ingresaron a su casa de Hurlingham. Luego, las cámaras de seguridad municipales instaladas en la zona donde fue hallado el auto de Scarzella, y que fueron analizadas por expertos de la Dirección de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP), a cargo de la fiscal Cristina Caamaño, muestran la presencia de dos hombres que, luego de dejar estacionado el vehículo, ascendieron a una camioneta similar a la utilizada por la organización delictiva.

Según surgió de los estudios realizados por los profesionales del Cuerpo Médico Forense, Scarzella murió dentro del auto por un "edema encefalítico difuso" vinculado, directamente, a la posición en la que fue encontrado.
La sospecha de los médicos es que la muerte se produjo cuando el hombre intentaba salir del baúl en donde lo habían encerrado y pasar al asiento trasero del habitáculo para poder escapar.