Un grupo de familiares de los cinco rosarinos que murieron en el ataque terrorista del pasado martes en Manhattan llegan este jueves a los Estados Unidos con el propósito de agilizar la repatriación de los restos. El cónsul argentino, en tanto, consideró como posible concretar un trámite rápido para cumplir lo antes posible con el deseo de los deudos.

Los familiares de Hernán Diego Mendoza, Diego Enrique Angelini, Alejandro Damián Pagnucco, Ariel Erlij y Hernán Ferruchi eran esperados este mediodía por autoridades diplomáticas del país para iniciar las gestiones, en un proceso que "será lo más rápido y ordenado posible", dijo el cónsul en Nueva York Mateo Estremé. El funcionario aseguró que “en función de lo que pida cada familia” se activará el procedimiento de reconocimiento de los cuerpos en la morgue como en lo que respecta a la repatriación, aún sin fecha oficializada.

Otro grupo de familiares tiene previsto llegar el viernes por no haber podido tramitar la visa a tiempo para partir con el primer contingente.

“Estamos trabajando a tiempo completo. Todo está supeditado y en función a cómo se vayan concretando los trámites y a lo que exijan también las autoridades de Nueva York", dijo el cónsul argentino.

El canciller Jorge Faurie adelantó que mediará para que las autoridades estadounidenses faciliten el acceso a las morgues donde yacen los cuerpos de las víctimas fatales del ataque. Y añadió que están en contacto con las autoridades de Aerolíneas Argentinas para facilitar el traslado.

Los cinco rosarinos fallecieron y un sexto resultó herido en el ataque perpetrado por Sayfullo Saipov, un inmigrante uzbeko de 29 años, que atropelló con su camioneta a un grupo de peatones y ciclistas y dejó en total ocho muertos y 11 heridos. Otros tres rosarinos, amigos de aquellos, resultaron ilesos.

El grupo estaba de viaje en Nueva York como celebración de sus 30 años de egreso como estudiantes secundarios de la Instituto Superior Politécnico. En Estados Unidos se encontraron con dos ex compañeros que viven allá, uno en Nueva York y otro en Boston -Martín Marro-, que resultó herido aunque no de gravedad.