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Hace dos años, el empresario Luis Medina y su pareja Justina Pérez Castelli fueron asesinados en el acceso sur de la ciudad. Desde el comienzo, la causa estuvo plagada de irregularidades: un funcionario provincial que manipuló la Mac de la víctima, una jueza que se encontraba de turno pero de vacaciones en Cariló, un cambio de sistema procesal que entorpeció todo y una investigación que no tiene sospechosos concretos.

“A pesar de que están trabajando en la causa, el cambio de sistema que hubo en la administración de justicia provincial conspiró sin proponérselo en el esclarecimiento del hecho”, comentó Carlos Varela, ex abogado de Luis Medina, en diálogo con Rosarioplus.com. Según explicó el letrado, el paso de un sistema a otro generó varias modificaciones en la estructura judicial que complicaron la investigación.

Si bien el abogado contó que es difícil plantear una hipótesis sobre el crimen de su ex cliente sin pruebas, opinó que el hecho “ha ocurrido con connivencia de varias personas, y va a ser muy difícil dar con los autores”. “Creo que ha habido una zona liberada para que ocurriera un hecho de semejante característica”, agregó.

Varela conocía a Medina desde hacía tiempo y afirmó que la noticia del asesinato le cayó “emocionalmente mal”. “Fue una noticia muy sorpresiva para mí, no creía que iba a ocurrir”, afirmó el letrado.

Sobre la personalidad del empresario, que tomaba exageradas medidas en cuanto a la seguridad personal, el abogado dijo: “A veces me mofaba de las medidas de seguridad que tomaba, y resulta que terminó teniendo razón él”.

¿Cúando y dónde murió Luis Medina?

El 29 de diciembre de 2013, Luis Roberto Medina es asesinado en el acceso sur de la ciudad. El empresario recibió una balacera que terminó con su vida y con la de su joven novia, Justina Pérez Castelli. La pareja volvía de bailar en un Citroën DS3 rojo cuando fue interceptada por dos vehículos que dispararon alrededor de veinte balazos sobre el automóvil. Medina vivía desde hacía un tiempo en un country de Pilar y se mostraba poco en público por miedo a que le robaran o asesinaran.

El factor político en el caso

El mismo día del doble homicidio, el por entonces secretario de Tecnología de Gestión, Javier Echaniz y su colaborador Martín Degratti, manipularon la notebook y el celular que tenía la víctima en la habitación del hotel Pullman City Center, donde se hospedaba. Según manifestaron los ex funcionarios, que renunciaron a su cargo luego del polémico escrutinio provisorio en las PASO de este año, habrían sido convocados por la policía para desbloquear los artefactos.

Ante la ausencia de la jueza a cargo (María Luisa Pérez Vara había abandonado su turno para viajar a Cariló y eso motivó su destitución) los funcionarios manipularon la notebook, supuestamente bajo el amparo de una orden de la Justicia. Pero la jueza Raquel Cosgaya, que había tomado la causa en lugar de Pérez Vara, desmintió la versión de los funcionarios.

Sin embargo, el fiscal Adrián Mac Cormack, a cargo de la investigación por el accionar de Echaniz y Degratti, concluyó que la manipulación de la Mac fue “un acto de buena voluntad y compromiso con la Justicia”. Por lo tanto, la denuncia que los abogados querellantes, entre ellos el concejal Eduardo Toniolli, llevaba a cabo fue desestimada.

A pesar de la gran exposición mediática y negativa del ex funcionario, Echaniz fue nombrado fue designado como secretario administrativo de la Cámara de Diputados de la Provincia, con el aval del presidente de la cámara, Antonio Bonfatti, y sugerido por el ex ministro de Gobierno y Reforma del Estado de Santa Fe, Rubén Galassi.

El asesinato del comisario Morgans

En la tarde del 10 de junio de 2014, Guillermo Morgans, ex jefe de Agrupación de Unidades Especiales de la Unidad Regional II, fue rematado en el piso durante el asalto al kiosco y local de “Pago Fácil” de su hijo, en calle Rodríguez 219. 

A más de un año del hecho, el fiscal Florentino Malaponte, a cargo de la causa, sostuvo que por el momento la investigación gira en torno a la hipótesis de robo. El asesinato quedó registrado en diferentes cámaras de seguridad de la zona pero los criminales parecieran haber desaparecido de la faz de la tierra.

Morgans había sido el encargado de llevarle la Mac de Medina a Echaniz y solicitarle la supuesta colaboración del funcionario. El comisario falleció sin declarar en la causa en torno a la manipulación de la computadora.

Una jueza de turno en Cariló

Además de la copia de información de los datos de la Mac de Medina, la causa por la muerte del empresario tuvo otra irregularidad importante. El 6 de marzo de este año, la ex jueza de instrucción María Luisa Pérez Vara fue procesada por el delito de incumplimiento de los deberes funcionario público.

La decisión del magistrado Héctor Núñez Cartelle se basó en que cuando Luis Medina y su novia fueron asesinados, la jueza no se presentó en la escena del crimen y tampoco contestó el teléfono que tenía asignado. La magistrada, que estaba de turno en el momento del doble homicidio, argumentó que se encontraba con un problema de salud que le impidió apersonarse en el lugar del hecho. Sin embargo, las pericias realizadas al celular y a las antenas telefónicas indicaron que al momento de la llamada el teléfono fue activado en la zona de Cariló.