Al menos tres personas murieron este sábado por una explosión provocada por un camión bomba en el puente de Crimea, una infraestructura clave y símbolo de la anexión de la península ucraniana por parte de Rusia.

"A las 6:07 (00:07 hora de Argentina) en la parte vial del puente de Crimea (...) se produjo la detonación de un coche bomba, lo que causó el incendio de siete cisternas ferroviarias que iban hacia Crimea", indicó el Comité Nacional Antiterrorista de Rusia, citado por las agencias locales.

"Según los datos preliminares, tres personas murieron", probablemente "los pasajeros de un vehículo que se encontraba cerca del camión cuando este explotó", indicó en un comunicado el organismo que investiga el hecho.

El texto precisa que los muertos posiblemente son pasajeros de un automóvil que estaba al lado del camión que detonó. Dos cuerpos, un hombre y una mujer, ya fueron recuperados del estrecho de Kerch, zona por la que pasa el puente.

El organismo, encargado de las principales investigaciones penales en Rusia, afirmó también haber identificado el camión y a su propietario, sospechosos de estar detrás de la explosión.

El dueño sería un habitante de la región de Krasnodar, en el sur de Rusia. "Se ha abierto una investigación sobre su lugar de residencia. Se está estudiando el trayecto del camión y los documentos pertinentes", añadieron los investigadores.

Imágenes de cámaras de seguridad que circulan por redes sociales muestran una enorme explosión durante la noche, que parece haberse producido al paso de un camión. Otras imágenes exhiben la línea de ferrocarril en llamas y un tramo de la autopista derrumbado.

El puente, inaugurado en 2018 y construido por orden del presidente Vladimir Putin, es el símbolo de la anexión de esta península ucraniana por parte de Rusia en 2014.

Si Ucrania resulta estar detrás de esta explosión, sería un grave revés para Rusia, ya que se trata de una infraestructura que considera fundamental para no dejar aislada a la península, alejada del frente de batalla.

Kiev no reivindicó el ataque, pero varios responsables formularon comentarios irónicos y burlones. La oficina ucraniana de correos dijo que fabricaría un sello para celebrar la ocasión y que tenía ya listo el diseño, consignó la agencia de noticias AFP.

"Todo lo que es ilegal debe ser destruido, todo lo que fue robado debe ser devuelto a Ucrania", comentó en Twitter Mijail Podoliak, asesor del presidente ucraniano Volodimir Zelenski.

Horas después, el mismo funcionario sugirió que Moscú podría estar implicado en la explosión: "Conviene señalar que el camión que explotó, según todos los indicios, entró al puente desde el lado ruso. Es en Rusia donde hay que buscar respuestas".

"Esta mañana en el puente de Crimea. Los tanques de combustible están en llamas. ¡Parte de la calzada también fue destruida! ¡Todo será Ucrania!", indicaron por su parte las fuerzas aéreas de Kiev.

Estas reacciones llevaron a la portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajarova, a considerar este hecho como una muestra de la "naturaleza terrorista" de las autoridades ucranianas.

El jefe de la Asamblea de Crimea, el parlamento regional instalado por Rusia, Vladimir Konstantinov, no tardó a su vez en denunciar lo sucedido como un golpe de "vándalos ucranianos".

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, indicó rápidamente a la agencia Ria Novosti que Putin ordenó la creación de una comisión gubernamental para esclarecer los hechos.

Según el Comité Antiterrorista resultaron dañados dos carriles para vehículos, aunque el arco del puente, desplegado sobre el estrecho de Kerch, no se vio afectado.

Ante esa situación se volvió a abrir el paso para los vehículos y los micros, "con procedimientos de inspección completos", anunció en Telegram el dirigente de Crimea, Serguei Aksionov.

El puente es esencial para el transporte de personas y mercancías hacia la península, pero también para el aprovisionamiento de las tropas rusas desplegadas en Ucrania.

El jefe de la península, instalado por Moscú, Serguei Aksyonov, pidió a los habitantes de Crimea mantener la "calma".

Las autoridades también trataron de calmar los temores de escasez de alimentos y combustible.

Rusia siempre afirmó que el puente no corría riesgo pese a los combates en Ucrania, pero amenazó a Kiev con represalias si las fuerzas ucranianas atacaban esta infraestructura u otras en Crimea.

El diputado ruso Oleg Morozov, citado por la agencia Ria Novosti, pidió hoy una respuesta "adecuada". "De lo contrario, este tipo de ataques terroristas se multiplicarán", dijo.

Desde el inicio de la guerra se produjeron varias explosiones en instalaciones militares rusas de la península, cuya responsabilidad no fue reivindicada por Ucrania hasta meses después.

El mismo día del ataque en el puente, el Kremlin anunció el nombramiento de un nuevo comandante al mando de la invasión en Ucrania.

"El general del ejército Serguei Surovikin fue nombrado comandante del agrupamiento combinado de tropas en la zona de la operación militar especial" en Ucrania, anunció el vocero del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov.

Surovikin, de 55 años, es un veterano de la guerra civil en Tayikistán de los años 90, de la segunda guerra de Chechenia (años 2000) y de la intervención rusa en Siria, lanzada en 2015, consignó la agencia de noticias AFP.

Esta decisión se produjo tras una serie de derrotas frente a la contraofensiva ucraniana: Rusia fue expulsada de la mayor parte de la provincia de Jarkov y perdió el control de unos 500 kilómetros cuadrados en Jerson.

Esta última región es una de las cuatro que Putin anexó a Rusia por decreto, al igual que Zaporiyia, donde se encuentra la central nuclear más grande de Europa que volvió hoy a quedar desconectada de la red eléctrica externa por bombardeos en la zona.

Esta información fue confirmada por Rusia, Ucrania y por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la agencia nuclear de la ONU, que tiene inspectores vigilando la seguridad de la planta de forma permanente.

"La reanudación de los bombardeos, que afectan a la única fuente de energía externa de la central, es tremendamente irresponsable", apuntó el director general del organismo, el argentino Rafael Grossi.

"Pronto viajaré a la Federación Rusa, y luego volveré a Ucrania, para acordar una zona de protección de la seguridad nuclear alrededor de la central. Es un imperativo absoluto y urgente", añadió el directivo, que estuvo esta semana en Kiev y la próxima se trasladará a Moscú.