El dramaturgo Leonel Giacometto, su pareja y un amigo viven una vida “de terror” tres semanas después de haber sido víctimas de una serie de golpizas propinadas por un grupo de vecinos del Fonavi en Parquefield 2 mientras les decían “putos de mierda, váyanse de acá”. En diálogo con Rosarioplus.com contaron cómo cambiaron sus días desde aquel momento.

Aunque hicieron tres denuncias penales contra los agresores, sus vidas cambiaron rotundamente. Ahora Leonel, Pablo y Alan se quedaron sin trabajo y sin hogar. Pablo trabajaba en un almacén y Alan era repositor en un supermercado chino del barrio, y ambos debieron dejar sus empleos y sus hogares por pedido de la Fiscalía.

Desde el momento de la denuncia, se les aplicó el programa provincial de protección a la víctima y aún no buscaron sus pertenencias porque correrían riesgo, por lo que viven con algo más que “lo puesto”. Para mantenerse están pidiendo asistencia económica a políticos (lo que calificaron “no es fácil”), y en el hostel donde residen temporalmente tienen un custodio permanente aplicado desde la Justicia.

Alan, amigo de la pareja, precisó: “Estamos prácticamente confinados, esto cada vez se alarga más, tratamos de volver a la normalidad aunque no podemos volver al barrio”. Pablo por su parte reflexionó sobre las pérdidas: “Encima de lo que nos pasó (la golpiza por discriminación sexual) perdí mi rutina, estamos encerrados en un cuarto de hostel donde nos tratan mal, y perdí los trabajos que tenía a medio hacer, porque quedaron allá en mi casa”.

Cada movimiento que alguno de los tres necesite hacer, debe avisarlo a la Justicia: “Hay que avisar cada cosa. Como no podemos movernos, nos traen cosas desde el Fonavi. Y cuando al fin podamos hacer una mudanza no podremos ir más nosotros a buscar las cosas, nos las buscarán otros”.

En 21 días que transcurrieron desde que fueron golpeados por un grupo de vecinos, los tres ya pasaron por dos hostels, esperando que su situación mejore al comenzar un ciclo judicial donde ratifiquen los hechos y haya citación hacia alguno de los agresores, lo que según saben, “está demorado”.

Giacometto reflexionó: “Esta situación que vivimos es una re victimización, porque ya habiendo sido víctimas, vivimos todo esto que es violento. Yo me dedicaba a escribir en mi casa para varios medios sobre teatro, y no pude escribir nada con todo lo que pasó, estas cosas me las arrancaron. Vivimos con angustia, tres personas en un mismo cuarto aprendiendo a llevarnos bien en la convivencia. Nos sentimos muy encerrados en esta pieza sin baño, y angustiados. No creo que esto no haga bien para nuestra salud mental”.

Aunque finalmente, el dramaturgo reflexionó: “Aun medio paralizados, la tenemos que seguir. Después de las trompadas, este cruce entre justicia y política, nos deja en un medio en el que quedas muy solo. Estamos pidiendo a los concejales que nos pasen ayudas económicas para sobrellevar estos días”.