El adolescente baleado en la cabeza el sábado cuando dos "motochorros" dispararon contra el auto de su abuelo durante una huida en el barrio porteño de Flores murió cerca de las 19 de este lunes tras ser desconectado del respirador artificial, ya que su estado era irreversible. Inmediatamente después un gran grupo de vecinos se plantó en la comisaría de la zona para exigir justicia.

Un grupo de al menos dos mil personas del barrio porteño copó la puerta de la Comisaría número 38, ubicada en Esteban Bonorino 258. Pidieron por seguridad y reclamaron la presencia de la ministra Patricia Bullrich.

Los manifestantes exclaman al unísono: “Que se vayan todos…”. Además se escucharon insultos hacia el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, a quién le reclamaron sobre todo la situación de abandono que tienen algunas zonas de la Capital en materia de seguridad.

El ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín Ocampo, dijo en televisión que el reclamo de los vecinos del barrio de Flores por mayor seguridad es "justo", que los "cambios no son de un día para otro" y los convocó a una reunión para mañana en el ministerio.