En la segunda parte de la audiencia imputativa contra el "Viejo" Cantero y otras 21 personas, el fiscal Franco Carbone reveló que la pista para llegar al fundador de Los Monos se consiguió con un dato de calle, un imprevisto.

El último 11 de noviembre, la AIC llegó hasta el cruce de Felipe More y avenida Pellegrini, en la zona oeste de la ciudad y sobre la barriada que se proyecta sobre las vías, buscando a "Morocho" Mansilla, el preso que se había evadido estruendosamente meses antes de la cárcel de Piñero. Aquella vez, en una tarde de junio, la fuga había sido de ocho reos que habían utilizado como escudo un ataque de ametralladoras hacia los guardias, desde fuera de la prisión. Esa evasión había sido noticia nacional y se había podido recapturar a varios pero no a Mansilla, el más peligroso de aquel grupo de fugados. 

Ese día de noviembre, la AIC no encontró al "Morocho" pero logró dar con una informante que en forma anónima aportó información sobre la actividad que estaba teniendo el prófugo Mansilla y brindó algunos números telefónicos con los cuales el evadido se comunicaba por esas horas. El que daba órdenes en esas comunicaciones era "Pandu" Aguirre, un detenido del Pabellón 8 de Coronda, una zona de la prisión manejada por "Los Monos".

A partir de allí, los fiscales solicitaron al juez Román Lanzón la intervención de varios números telefónicos. Esa fue la punta del iceberg de lo que vendría después. Por esos días, cabe recordar, la ciudad estaba por atravesar una serie de hechos violentos contra escuelas y estaciones de servicio. Y lo que no imaginaban en ese momento los investigadores del MPA es que al tirar del hilo de esa red que había surgido buscando a Masilla, darían con información clave de lo que estaba pasando en la ciudad en materia de intimidaciones y balaceras.   

El que daba órdenes en esas comunicaciones era "Pandu" Aguirre -detenido del Pabellón 8 de Coronda, una zona de la prisión manejada por "Los Monos"-, de estrecha confianza de "Viejo" Cantero. "A tal punto es la cercanía, que cuando Aguirre tuvo un hijo, le puso de nombre Máximo", relató hoy el fiscal en la audiencia. 

Además, Carbone explicó que cuando se allanó la celda de Aguirre en Coronda, se encontraron tres teléfonos. Y en total, al hacer los allanamientos del 27 de abril a la banda presuntamente liderada por Cantero, se encontraron 105 celulares y 39 chips.