El canciller ruso, Serguei Lavrov, aseguró que la retirada de Estados Unidos del tratado de proliferación de misiles INF, en febrero pasado, y otras acciones de Washington conducen a una carrera armamentística con peores consecuencias que en los tiempos de la Guerra Fría.

En su intervención en la Conferencia de Desarme en Ginebra, Lavrov aseguró que estas acciones "suponen un retroceso de 30 años en el desarme balístico y nuclear" con "impredecibles consecuencias, a diferencia de los años '50 o '70, cuando dos superpotencias estaban implicadas en los arsenales".

Para el canciller ruso, esta nueva carrera armamentística se produce porque hay "muchos otros estados a los que no les queda otra alternativa que dotarse de capacidad nuclear o balística como único medio efectivo de garantizar su seguridad nacional".

En la actualidad "decenas de países tienen tecnología e industria lo suficiente avanzada para hacer esto", insistió Lavrov, quien no sólo criticó la actitud de Estados Unidos sino también la "indiferencia y falta de responsabilidad" de sus aliados occidentales y en la OTAN.