Sabido es que los trabajadores de la construcción cobran sus haberes cada día viernes. Es además la jornada tradicional para comer un asadito en la obra a la espera del dinero bien ganado. Pero este no viernes no fue uno más. Personas armadas robaron en una obra céntrica y se llevaron el sueldo de unos 30 obreros.

Los delincuentes dieron el golpe justo cuando una persona representante de la empresa constructora se encontraba en el lugar lista para pagar. El hecho ocurrió en una obra ubicada en 3 de febrero y España, donde se habían reunido además trabajadores de otra obra cercana perteneciente a la misma firma.

Armados, los ladrones irrumpieron en el lugar de manera violenta y se dirigieron directamente hacia la encargada de pagar los sueldos, que dominada por el pánico inmediatamente entregó un bolso con dinero. Luego, la mujer declaró haber visto un auto color negro, aunque no pudo brindar demasiadas precisiones sobre el hecho.

Se investiga si existieron cómplices que pudieran haber proporcionado datos respecto de la hora del pago o el lugar pactado para el encuentro entre trabajadores y miembros de la constructora.