Pasaron casi tres horas entre lo que los vecinos del Barrio Toba denunciaron como una sangrienta represión hasta que el fiscal de Flagrancia Gustavo Ponce Asahad pudo presentarse en el lugar. Testimonios indicaron que policías del Comando Radioeléctrico iniciaron una feroz golpiza contra miembros de la comunidad Qom, y los efectivos intentaron defenderse al afirmar que se trató de un procedimiento de rutina que luego pasó a mayores por la negativa de un grupo de personas al momento de identificarse. En la Comisaría 19 se constató que ninguno de los 14 detenidos recibió la atención médica correspondiente y los agentes quedaron en el ojo de la tormenta.

Ponce Asahad, en las últimas horas del domingo y tras pasar varias horas recabando testimonios, contó que según la versión policial todo comenzó cuando agentes individualizaron a cuatro personas “tomando algo en Garzón casi Aborígenes. Eran cuatro personas, intervino una quinta persona y a partir de allí hubo tumultos tendientes a evitar que se individualizara a esas personas”.

Pero esa versión, según palabras del propio fiscal, lejos está de coincidir con lo que denuncian los vecinos del asentamiento. “Ellos dicen que se trató de un procedimiento de mucha agresión, maltrato, golpes. Cuando llegúe la comisaría estaba totalmente poblada”, remarcó Ponce Asahad.  

El fiscal de Flagrancia reiteró varias veces que fue notificado sobre el hecho casi tres horas después de ocurrido, que en la dependencia policial encontró a 14 personas detenidas (12 hombres y 2 mujeres), y que en la presunta represión participaron entre 40 y 50 agentes que fueron convocados por radio llamada.

Los detenidos, muchos de ellos heridos, no la pasaron bien en la 19.  “Me refirieron que no habían sido atendidos por el médico de policía. De las dos mujeres una tenía quebraduras, por eso dispuse que convocaran al Sies y la trasladaran con carácter de urgencia. Además, se trabtaba de una persona con episodios de epilepsia”, contó el fiscal.

Pero eso no es todo. A Ponce Asahad le llamaron la atención algunas incongruencias del informe médico. Las constancias medicas practicadas a las personas golpeadas fueron todas signadas por el especialista a las 11.30, cuando en realidad el proceso “requiere de 10 a 12 minutos por persona”, remarcó el fiscal, que ordenó la formación de causa al médico policial “por los eventuales delitos de encubrimiento, falsificación ideológica de instrumento público e incumplimiento delos deberes de funcionario público”.

Los policías también tendrán que dar varias explicaciones. En el hecho ya intervienen Asuntos Internos, la División Judiciales, la Policía de Investigación, laboratorios y la Fiscal de Violencia Institucional y Corrupción Policial. Las armas utilizadas durante el procedimiento fueron secuestradas y se practicaron los test de rigor (alcoholemia y otros) a los agentes, aunque los resultados todavía no fueron informados oficialmente.