Los jóvenes Maximiliano Zamudio, Alejandro Ponce y Jonatan Ojeda murieron en circunstancias que todavía no están claras. Y por ahora, la Justicia hace poco para que esas causas avancen. Así lo denuncian sus familiares y allegados, que este lunes por la mañana concentrarán frente a la Unidad Fiscal de Homicidios. Hablan de “parcialidad de los fiscales intervinientes en favor de los miembros de las fuerzas de seguridad implicados en los hechos”.

“Durante todo el año nos hemos encontrado con una actitud corporativa de los fiscales designados tras el apartamiento de Miguel Moreno (Rafael Coria y Pablo Pinto, respectivamente), quienes lejos de impulsar las medidas de prueba ordenadas por el fiscal regional Patricio Serjal, se aferraron a la teoría planteada por su antecesor colega, que criminaliza a los jóvenes y garantiza impunidad a los homicidas”, señalaron quienes convocan a la manifestación.

Las familias también criticaron el accionar del fiscal Florentino Malaponte por “la negativa para impulsar la investigación sobre la muerte de Jonatan Ojeda, así como muy serias irregularidades que comprometen su actuación”.

Los familiares, junto a organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, apuntan contra el accionar de los tres fiscales. Indicaron que representan “la expresión de un patrón de intervención generalizado y sistemático de la Unidad de Homicidios frente a las causas de Violencia Institucional”.

“Las investigaciones no se adecúan a los estándares internacionales en la materia conforme lo establecen las obligaciones convencionales asumidas por nuestro país, como el Protocolo de Minnesota y el Protocolo de Estambul. Es decir, no se impulsan investigaciones imparciales, prontas y efectivas”, sentenciaron.

Este lunes, volverán a solicitar el desarchivo de la causa Zamudio y en los tres casos la asignación a la Unidad de Violencia Institucional.