El centro de salud municipal Ceferino Namuncurá, en el barrio Stella Maris, retorna este lunes a su atención cotidiana luego de que la semana pasada se mantuviera cerrado debido a una sucesión de amenazas y ataques con armas de fuego de origen desconocido. Y para garantizar la seguridad, la Unidad Regional II apostó una patrulla policial fija en la puerta del efector.

“La decisión tiene que ver con poner un límite para jerarquizar que haya mayor presencia policial en el barrio. No es cuestión de una institución ni que el equipo esté pidiendo un policía en la sala de espera, sino que pueda circular la población y cuidar los equipos de las distintas instituciones que se encuentran en el barrio", explicó el secretario de Salud municipal, Leonardo Caruana acerca del funcionamiento actual de la sala situada en José Ingenieros y Acevedo.

Ese barrio, en el confín noroeste de Rosario, se mantiene convulsionado desde hace algunos días. Una joven vecina y madre de dos niños, Sofía Archilasqui, fue asesinada a balazos el martes pasado a la vuelta, en Maradona 800 bis. Y este domingo por la tarde ocurrió otro asesinato a sangre fría y con otra mujer como blanco: Lorena Vega, de 42 años, atacada en la vereda de su domicilio, en Juan B. Justo al 8600. En ambos casos, los ataques homicidas partieron de sicarios que actuaron deliberadamente contra las víctimas.