La jueza de instrucción María Delia Paleari procesó a Ramón Ezequiel Machuca, también conocido como "Monchi" Cantero, como autor del homicidio de Diego Demarre, concesionario del boliche frente al cual fue asesinado su hermano adoptivo Claudio “Pájaro” Cantero, el 26 de mayo de 2013, en lo que resultó para la Justicia un evidente ajuste de cuentas.

En un extenso fallo, la jueza lo procesó por la figura de “homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y agravado por uso de arma de fuego", luego hizo un racconto de la composición, roles, jerarquías y funcionamiento de la banda, responsabilizó a Machuca de ser uno de los jefes de la banda narco “Los Monos”, analizó las intervenciones telefónicas que dan cuenta de que “no recibe una sola orden, sino que las da” y detalló cómo se manejó el día en que Demarre fue asesinado.

El día posterior al homicidio del "pájaro" Cantero, entre las escuchas registradas a Monchi, hay una llamada a su padrastro previa al ataque contra Demarre. A las 12:20, a pocos instantes del preciso momento en que iba a morir. En la conversación le consultó al Viejo Cantero si tenía “una radio”, un elemento que le iba “a ser necesario”, a lo cual el padrastro respondió que no lo sabía y preguntó por el aparato a alguien que estaba con él, quien confirmó tener el elemento. Entonces Ariel Cantero preguntó “Ya está, ¿qué onda? Quiero escuchar”, a lo que le contestó: “Sí, prendela, andá escuchando”.

Después de esa llamada, Machuca llamó a otra persona a quien le ordena que le traiga un “handy” que tenga “frecuencia para escuchar”. Para la magistrada, la “radio” y el “handy” que tanto lo preocupaba a Monchi “le permite escuchar las frecuencias policiales” y sus comunicaciones en tiempo real.

“¿Por qué al Monchi le interesaba que ese día en particular el “Ariel” pueda escuchar a la policía en tiempo real? ¿Por qué al “Ariel” le interesa -ese día en particular- escuchar a la policía en tiempo real? Porque sabían lo que estaba por suceder ese día de forma inminente: el asesinato de Diego Demarre”, sostiene.

Cerca de las 12.30, Diego Demarre es asesinado cuando llegaba a su casa, luego de haberse acercado a los Tribunales provinciales para hacer saber a los fiscales de la causa que temía por su vida, luego de que el “Pájaro” Cantero fuera asesinado frente al boliche que explotaba, ubicado en Villa Gobernador Gálvez.

Machuca y su padrastro vuelven a ponerse en contacto. El “viejo” Cantero le dice, con una frecuencia policial de fondo, “ahí lo escuché, ahí lo escuché”. Para la jueza Paleari, “ninguno era ajeno a la ejecución de Demarre”.

En el fallo, la jueza Paleari hizo referencia a otras escuchas registradas a pocos minutos de cometido el homicidio, en las que Emanuel Chamorro le decía a Leandro Vilches que “Están todos contentos” y este último festejaba: “Lo hicieron toser al Diego”.

Según consideró la magistrada, “la actuación audible de Machuca durante el asesinato de Demarre es exactamente la misma que tendrá al día siguiente, durante los asesinatos de Eduardo Marcelo Alomar, Nahuel César y Norma Beatriz César”, familiares del luego detenido Milton César, un sicario conocido al que los Cantero creían el autor de la muerte del Pájaro.

Machuca no estuvo presente en ninguna de las ejecuciones, pero la jueza consignó por los audios que “sabía que iban a suceder y se enteró al instante, se aseguró de verificar los resultados y de estar al tanto de la investigación policial (por informes de policías miembros de la banda que cumplían esa función ante él), y ordenó la desaparición de los vehículos utilizados”.

Tanto en el asesinato de Demarre como de los familiares de Milton César, la jueza precisó que “actuó desde el lugar de jefe de la banda. En ambos casos no fue ajeno al hecho”, calificándolo “de tipo mafioso, premeditado y ejecutado por profesionales”.

En el juicio contra los integrantes de Los Monos, que actualmente se está llevando a cabo en el Centro de Justicia Penal, Guille Cantero está siendo juzgado como quien disparó contra Demarre, Edgardo Fernández por haber sido quien manejó el VW Bora blanco del que le dispararon, y Vilches y Chamorro por ser quienes lo siguieron dentro y a la salida del tribunal, dando aviso de sus movimientos para poder concretar el homicidio.