Los carteles que la semana pasada aparecieron en varios edificios públicos con amenazas a los fiscales Pablo Socca y Matías Edery fueron ejecutados por una banda con varios integrantes y capacidad logística. Eso es lo que se desprende de la audiencia imputativa celebrada este viernes en el Centro de Justicia Penal, que determinó la prisión preventiva para los dos acusados: Juan Manuel Santa Cruz, de 26 años y Leonel Denis, de 19. Al momento de ser detenidos, ambos estaban fuertemente armados.

La acusación hoy fue de la fiscal Valeria Haurigot, quien reveló que las cámaras de seguridad registraron que dos mujeres llegaron en moto hasta la sede de la Agencia de Investigación Criminal el 31 de agosto a las seis y media de la tarde. Allí dejaron 21 hojas A4 con un mensaje impreso que buscaba intimidar a la justicia provincial. Santa Cruz no estuvo en el lugar de los hechos, pero había manipulado las hojas. Sus huellas digitales quedaron marcadas en una de ellas. 

Por eso Haurigot lo acusó de "haber formado parte del grupo de personas que coordinó y materializó las amenazas dirigidas contra los Fiscales Adjuntos Pablo Enrique Socca y Matías Edery, tendientes a impedir la investigación y juzgamiento de integrantes de organizaciones criminales, amedrentando a los titulares de la acción procesal penal pública y requiriendo la libertad de las mujeres partícipes de los hechos que tuvieran las víctimas bajo investigación".

"El juez Florentino Malaponte tuvo por admitida la imputación y determinó prisión preventiva por dos años para los detenidos, por su responsabilidad en las amenazas a los fiscales. Además, los dos detenidos tenían armas listas para disparar cuando cayeron, lo que demuestra que podían llevar a cabo sus amenazas. Había además en el lugar en el que los encontramos un complejo de evidencias, que inclusive podrían relacionarse con el caso del oficial Sanabria", señaló la fiscal en alusión al ataque contra el policía en Arijón al 400 bis que sobrevivió luego de agonizar más de 1 mes en el Heca.

"Respecto de los carteles –prosiguió la fiscal–, no fueron una amenaza simple, sino que hay un intento de amedrentar y manejo de información. Sobre la relación con otras causas y otras bandas, debemos esperar el resultado de la extracción de los datos de teléfonos que hemos extraído".

Unas horas antes de esa panfleteada que recorrió la ciudad, había finalizado en el CJP una larga audiencia con Socca como acusador, contra 32 integrantes de una banda que copó barrio Ludueña a los tiros: mediante extorsiones y tentativas de homicidio, el grupo vinculado a Los Monos y conducido desde la cárcel por Mauro Gerez, se había propuesto monopolizar la venta de droga en la zona. Y la disputa por el territorio era con la organización de Francisco Riquelme, asociado con Esteban Alvarado. 

Los carteles decían: "FISC. SOCCA DEJA DE VENDER HUMO CON GENTE INOCENTE Y METER PRESO A LA GENTE QUE FRAN RIQUELME Y JONITA RIQUELME LE APUNTAN ….. y el otro …. FISC SOCCA MATIAS EDERY HACEN METER PRESOS Y HACER CAUSA A LA GENTE QUE RENE UNGARO LOS FUNES Y RIQUELMES LE APUNTAN PARA ARREGLAR LAS CONDENAS, ABREVIADOS Y ESTADIA EN PABELLONES COMUNES”.

Según la descripción de Haurigot, así se dieron los hechos frente a la AIC, en la misma tarde en la que su colega Socca había conseguido la prisión preventiva para la banda de Ludueña: "Dos femeninos no identificadas a la fecha concurrieron a la puerta de ingreso de la sede de la Agencia de Investigación Criminal sita en la intersección de calles Lamadrid y Salva de Rosario, a bordo de una motocicleta color negra tipo 110 cc, movilizándose por calle Salva, siendo que la moto era conducida por un femenino de contextura física mediana la cual vestía lo que podría ser un buzo de color blanco, pantalón largo tipo jeans de color azul, zapatilla deportiva claras, de cabello oscuro y cutis trigueño, la cual se estaciona sobre la calle Lamadrid cordón Norte y desciende su acompañante siendo esta otra femenino la cual es de contextura mediana, de cabellos de color negro largo, cutis trigueño, la cual vestía una remera mangas largas de color claro y sobre esta un chaleco del tipo inflable de color negro, pantalón de color celeste y zapatillas de color negra con suela de color blanca y arroja veintiún y arroja en el ingreso veintinun (21) papeles de 23 cm de ancho por 16 cm de largo".

Casi a la misma hora, en varias cuadras de Arroyito se arrojaban los mismos panfletos: entre otros lugares, en el Hospital de Niños Zona Norte y en el PAMI II. También hubo volantes en el Centro Municipal de Distrito Sur y en el edificio de Televisión Litoral. Este último dato, hasta hoy no se había dado a conocer.

Según la hipótesis del MPA, a Edery se lo sumó a los carteles por estar llevando adelante la causa del asesinato del ex concejal Trasante. En ese crimen, el fiscal tiene investigados al "peruano" Rodríguez Granthon y a Matías César, ambos ya detenidos. Todos ellos tienen relación con Los Monos y la banda acusada por Socca.

A Santa Cruz, cuando se supo que sus huellas estaban en uno de los carteles, la fiscal Haurigot lo investigó y encontró su vinculación con una peligrosa organización denominada "La banda de los millones".

Aquellas dos mujeres que llegaron a la a AIC con los volantes  permanecen prófugas, al igual que quienes los repartieron por ottis puntos de la ciudad. Pero las huellas de Santa Cruz ya habían quedado marcadas. Cuando lo fueron a buscar, no estaba en su casa. Pero personal policial que hacía el operativo consiguió el dato de que podría estar aguantado en Molino Blanco. Un rato después, dieron con él y allí estaba también el otro imputado, Leonel Denis. A éste último no se lo vínculó con los panfletos, sino con la tenencia de armas: cuando cayeron, los dos tenían pistolas y drogas en su poder.