La ciudad suma kilómetros de bicisendas, pero pese a que cada vez son más elegidas por los ciclistas, y la Municipalidad asegura que se redujo el índice de siniestralidad, un caso fatal volvió a encender la polémica. El martes, una mujer que se trasladaba en bicicleta falleció tras haber sido impactada por un colectivo de la línea 107 en la esquina Santa Fe y Corrientes.

Desde la Asociación Casco Histórico, que presta especial atención a lo que acontece en el área central de Rosario, solicitarán a la intendenta Mónica Fein que se garantice la segura circulación de ciclistas en zonas que puedan ser peligrosas, especialmente por el tráfico o la alta presencia de colectivos. La intención es que las bicisendas sean incluidas en el  plan de revitalización.

“Solicitaremos que, de no poder hacerse las mencionadas obras, se deje las actuales y peligrosas ciclovías sin efecto”, recalcaron desde Casco Histórico. Otra solución posible planteada es que se prohíba el tránsito vehicular, ya sea pesado o liviano, para garantizar la integridad de los cicilistas.

“Preferimos ciclistas enojados, que muertos. Y automovilistas o colectiveros incómodos, a que se transformen en victimarios de vecinos que circulan inocentemente por estos carriles preferenciales confiados que será suficiente una raya de pintura para protegerlos de accidentes”, sentenciaron.

No son pocas las quejas con respecto de las bicisendas. Los principales reclamos son esgrimidos por los propios ciclistas, que ven como motociclistas y hasta algunos automovilistas invaden los carriles sin reparo alguno.

El Concejo también pide

La edila de Unión PRO, Renata Ghilotti, exigió este miércoles al municipio la “inmediata implementación de separadores físicos en bicisendas, a los efectos de proteger la integridad de los ciclistas, promover el uso de la bicicleta como medio de movilidad sustentable e impedir que motociclistas utilicen las bicisendas”.

En concordancia con lo expuesto por Casco Histórico, la concejala reclamó la instalación de pretiles de caucho, bochas de material sintético o cemento, o cordones de material, principalmente en avenidas donde la velocidad máxima es de 60 kilómetros por hora o en las arterias donde la máxima permitida supere los 40 kilómetros por hora.