Una mujer entregó 14 armas que había heredado de un tío fallecido y que debían pasar por una compleja sucesión, en el marco del Plan de Desarme Voluntario.

Esta acción conjunta entre la provincia y la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac) busca la recuperación de armas de fuego en manos de civiles, a cambio de un incentivo económico.

"Uno de los primeros días, una mujer se acercó con 14 armas de fuego, dijo que eran de un tío suyo, que había fallecido, y que en el marco de la sucesión eso iba a ser un problema, a pesar de que las armas estaban legalmente registradas", contó Lautaro Sappietro, director de la Agencia Provincial de Prevención de Violencia con Armas de Fuego.

La mujer comentó en el puesto móvil de recepción de Rosario que tenía hijos adolescentes y le daba miedo tener ese arsenal en su casa.

"En la sucesión iba a tener que hacer mucho papelerío para obtener el permiso de legítima usuaria, y de esta manera lo solucionó y se llevó unos cuantos pesos", dijo el funcionario santafesino.

600 armas y 10 mil balas salen de circulación

Unas 600 armas que estaban en manos de particulares fueron recuperadas por el Estado, entre ellas un fusil FAL y una ametralladora FMK-3, lo que equivale a más del doble de las secuestradas por la Policía en lo que va del año.

La entrega voluntaria a cambio de un incentivo económico –que va de los 3 mil a los 9 mil pesos, según el arma- se realizó en las últimas dos semanas en las ciudades de Rosario y Venado Tuerto, plazo en el que también se cedieron unas 10.511 municiones.

"El plan de basa en reducir la circulación de armas de fuego: apuntamos a lo que es la violencia tanto dentro como fuera del hogar", dijo Sappietro, quien agregó: "cuando hay un arma, las consecuencias de cualquier discusión, de cualquier pelea, pueden ser letales".

Las armas entregadas por los particulares –que no están obligados a demostrar la licitud de su tenencia- son inutilizadas mediante una prensa hidráulica delante del titular, y luego enviadas a fundir para la reutilización de los metales.

Las municiones, en cambio, las reúne la Anmac y se dinamitan bajo tierra.