Los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra pidieron una pena de 22 años de prisión para Ariel Máximo "Guille" Cantero, el líder visible hoy de la banda Los Monos, de 33 años, y que desde la cárcel continúa ejerciendo su poder. Esta vez, los cargos lo apuntan como quien ordenó el atentado del 11 de enero de 2020 contra el Casino City Center en el que murió baleado un apostador, Enrique José Ensino. Además, también pidieron fuertes condenas para dos hombres que ayudaron a Cantero en la realización del ataque y para el sicario que lo llevó a cabo. 

La audiencia imputativa se realizó el viernes pasado, pero el Ministerio Público de la Acusación la informó este lunes. Los fiscales acusaron a Cantero de los delitos de "homicidio agravado por uso de arma de fuego en concurso real con el delito de extorsión en grado de tentativa", todo como instigador. Por todo eso, solicitaron al tribunal que sea condenado a 22 años de prisión efectiva.

También imputaron a Carlos Damián Escobar, de 34 años, por "homicidio agravado por uso de arma de fuego en concurso real con el delito de extorsión en grado de tentativa y concurre a la comisión de ambos hechos en carácter de partícipe primario; solicitando la pena de 20 años de prisión efectiva". 

Asimismo, pidieron 16 años de prisión efectiva para Maximiliano "Cachete" Díaz, de 33 años, por los delitos de "homicidio agravado por uso de arma de fuego en carácter de coautor en grado de consumado en concurso real con portación ilegítima de arma de fuego de guerra". 

Por último, fueron por el rol de un dominicano, Otniel De León Almonte, de 33 años, señalado como el pistolero que disparó su pistola contra la fachada trasera del casino y causó la muerte de la víctima, que se había asomado al ventanal en un sector para fumadores. Para el sicario, 18 años de cárcel.  

Edery y Schiappa Pietra consideran comprobado que aquel 11 de enero, a las diez y media de la noche, en Moreno al 6400, De León Almonte se apostó junto a la verja perimetral y descargó su arma: seis disparos contra un ventanal del complejo City Center Rosario, y a sabiendas de que atrás del vidrio había gente. Uno de esos balazos acertó en la cabeza de Ensino, un gerente de banco que desde Las Parejas había venido esa noche a visitar el complejo de juego. Murió en el acto.

Según la acusación, Cantero ordenó a Díaz organizar el ataque. "Hay que hacer lo del City Center, ahí podemos hacer una money", llegó a decirle según la transcripción de una escucha telefónica. Lo que había detrás era una extorsión a la empresa para sonsacarle dinero a cambio de no alterar la seguridad del lugar.

Detectaron comunicaciones telefónicas el 7 de enero y el mismo día del atentado, donde Díaz tenía informado a Cantero acerca del plan mafioso. Díaz acordó con Escobar la forma de perpetrar el ataque, y contactó al sicario para que lo ejecute. Díaz le proveyó el arma.

Caja de Pandora

La sorpresa vino en el transcurso de la investigación. Porque al revisar las comunicaciones telefónicas, se comprobó que Cachete Díaz tenía aceitado vínculo con una organización de juego clandestino, concretamente la que comandaba Leonardo Peiti, hoy condenado a 3 años de cárcel como vértice de una vasta y millonaria pirámide de corrupción.

Así fue que los fiscales indagaron en esta investigación conexa y acabaron por provocar la destitución y procesamiento de los que por entonces eran el fiscal regional de Rosario, Patricio Serjal, el fiscal Gustavo Ponce Asahad, y el empleado del MPA, Nelson Ugolini. Luego esta causa avanzó en ramificaciones que causaron la caída de otros fiscales en Reconquista y en Melincué. 

Los fiscales Edery y Schiappa Pietra quisieron el desafuero del senador Armando Traferri para indagarlo por su presunta relación con Peiti, pero el Senado rechazó tal planteo y defendió los fueros parlamentarios del legislador sanlorencino.