La noticia de la semana en materia de seguridad, más allá de los episodios violentos que no aflojan, fue la sanción de Diputados del proyecto de ley de fortalecimiento de la justicia federal de Santa Fe para combatir al narcotráfico. Se trata de un tema que el gobernador Omar Perotti empuñó, incluso con su presencia en el recinto, para cambiar el enfoque de responsabilidades y adosarlo a lo federal. Ya lo había logrado con los refuerzos operativos de Nación tras las amenazas a Lionel Messi, ahora intenta hacerlo con la Justicia.

El gesto de ir al Congreso, totalmente inesperado del gobernador que limita su agenda a cuestiones de agenda, justamente puede tomarse como eso: parte de su gestión. Mientras la prevención en seguridad de su gobierno no logró resultados, el gobernador plantea aportar por lo menos con cuestiones estructurales. Por eso fue el diputado Roberto Mirabella, su ladero, quien empujó el proyecto de reforma de la justicia federal. Por eso se apoyó en la baranda del recinto y fue alcanzado por las cámaras, y por eso habló ante lo micrófonos en una suerte de apropiación del tema.

“Esperemos que el Senado tenga la misma celeridad de las últimas semanas en Diputados y podamos tener este instrumento legal que fortalecerá una estructura raquítica en Santa Fe que no ha tenido cambios en los últimos 40 años”, dijo luego de la aprobación y agregó casi una muletilla en esta problemática: “Argentina no puede permitir a que esto pase en su territorio y hoy es en Santa Fe”.

Este año el abordaje de la problemática cambió. Luego de la balacera al negocio de la familia Roccuzzo y amaenaza a Lionel Messi, sumado a la pueblada en barrio Los Pumitas por el crimen de un niño de 13 años, la política terminó patas para arriba. Esa exposición generó que Nación meta los pies en el barrio enviando recursos y más gendarmes y que Perotti tenga una soga para la prevención que es donde hace agua. 

Con eso emparchado, priorizó meter la cuchara en los cimientos del abordaje del narcotráfico: la justicia federal. Lo habló con el presidente Alberto Fernández quien, a su modo, terminó mencionándolo en su discurso de apertura del Congreso. “Ninguna provincia, ninguna ciudad -resaltó Perotti- puede por sí sola estar enfrentando la magnitud del desarrollo que en todos los últimos años han generado un problema estructural en nuestra provincia, con delitos de raigambre federal como es el narcotráfico y el lavado de dinero”.

Como se ve, no hay riesgo a exponer la incapacidad del gobierno provincial, ya se demostró que no puede, y eso le sirve para cambiar el eje. El gobernador tiene una jugada que es exponer el problema como federal donde la provincia tiene menor responsabilidad y el abordaje resulta más amplio.