El juicio contra Diego “Panadero” Ochoa, ex jefe de la barra brava de Newell’s señalado como presunto instigador del crimen de su antecesor, Roberto “Pimpi” Caminos, y para quien la Fiscalía solicitó 17 años de prisión, sumó este miércoles un testimonio clave. Es que por los Tribunales Provinciales pasó Matías Pera, otro hombre vinculado estrechamente al paravalanchas rojinegro, quien no dudó en señalar que el acusado fue el encargado de comandar “un grupo de choque” cuyo principal objetivo fue quedarse con el reinado de la hinchada.

Dentro de ese selecto grupo, del cual el propio Pera dijo ser parte, comenzó a tejerse el plan para desbancar al “Pimpi”. Y varios detalles fueron revelados por el testigo, que por ejemplo mencionó a otros como Maximiliano “El Quemadito” Rodríguez (asesinado en 2013), Sergio “El Quemado” Rodríguez  (padre de Maximiliano y condenado a 32 años de prisión por el triple crimen de Villa Moreno), y Carlos Alberto “Betito” Godoy, como integrantes de la banda que decidió terminar con los tiempos de Caminos al frente de la barra rojinegra.

El testimonio de Pera también salpicó a ex dirigentes de Newell’s. El testigo declaró que Ochoa tenía llegada a la comisión y que desde adentro solían facilitarles entradas y carnets de socios, entre otras cosas. 

La buena predisposición para colaborar con la causa que Pera mostró en Tribunales no sorprendió a quienes recuerdan la disputa entre él y Ochoa. Pera cumple una condena de tres años de prisión por el hecho recordado como “la entangada”, ocurrido en septiembre de 2010. Aquel día, en el paravalanchas del Coloso y durante un partido entre Newell's e Independiente, una facción de la barra que hasta entonces respondía al “Panadero” decidió atacarlo a golpes frente al resto de la hinchada para quedarse con su lugar, algo que finalmente lograron. 

Ochoa prometió y no pagó

En su declaración de este miércoles Pera reveló que cuando Ochoa se colocó al frente de la barra brava, en parte gracias al apoyo del “grupo de choque”, prometió varias cosas a quienes lo habían ayudado pero cumplió con poco y nada.

Para Pera estaba reservado un lugar en el estadio cubierto que le permitiría obtener rédito económico especialmente cuando se organizaran espectáculos. Pero Ochoa “nunca cumplió ninguna promesa ni a mí ni a todos los que estábamos ayudándolo”.

Se cruzaron

La bronca entre Pera y Ochoa tuvo un nuevo capítulo, esta vez, en la sala de audiencias de los Tribunales Provinciales. Los ex barras se pasaron viejas facturas, hubo insultos y según confirmaron quienes presenciaron la declaración, en un momento caliente de la misma Pera "le revoleó un talonario de rifas al 'Panadero'". 

Antes del final de su declaración ante las preguntas de la fiscalía, Pera se paró, sacó un talonario de tarjetas del bolsillo trasero derecho de su vaquero y se las arrojó a Ochoa: "Cuando empezamos a armar la barra, Diego me prometió que iba a estar encargado del gimnasio y de la seguridad del plantel, pero después puso a otro que no había hecho nada, pero al que le había comido la billetera. Tomá, andá vos a vender rifas. Encima que me mandaste a vender rifas me pediste la mitad de la plata...", le espetó, mientras el juez Edgardo Fertita, presidente del Tribunal, le pedía que se calmara.