Los jueces de Primera Instancia Paula Álvarez, Mónica Lamperti y Pablo Pinto condenaron por asociación ilícita, y con diversa participación, a seis hombres que conformaban la llamada “banda de los cerrajeros”. Recibieron penas de entre 6 y 22 años.

Fueron condenados por haber formado parte de al menos 47 entraderas en viviendas familiares de Rosario y Buenos Aires para robo, con métodos violentos y amenazas. El modo en el que operaban, hasta que fueron detenidos en un operativo en 2016, era ingresar a casas de particulares sin dañar las cerraduras y robar bajo amenazas.

Cuando los moradores no estaban en las viviendas, ingresaban forzando las cerraduras, esperaban escondidos en el interior de la casa a que los propietarios regresen a sus domicilios para sorprenderlos, maniatarlos y entonces atacarlos violentamente para obtener información acerca de dónde guardaban objetos de valor.

"Los amenazaban con armas de fuego, cuchillos y hasta quemaron a miembros de las familias con una plancha", reveló la fiscal del caso Viviana O'Connell.

Los dos jefes de la banda, Juan Alberto V. F. y Claudio Martín C., junto a su hijo Nicolás Martín C., fueron acusados por todos los cargos. “Traían al resto de Buenos Aires, conseguían viviendas de alquiler temporario a su cargo, armas, comida, proveían los vehículos y los manejaban ellos”, precisó O’Connell, de la Unidad de Investigación y Juicio.

La fiscal de la causa se mostró conforme con la condena a la banda, sobre la que detalló que “hay 47 denuncias con el mismo modus operandi, y los robos fueron muy traumáticos, usaban cuchillos, planchas, amenazaban a padres con quemar a hijos, y en varios casos los quemaron”.  Estos métodos llevaron, indicó la fiscal, a que tuvieran agravantes penales, dado el alto nivel de violencia.

Entre los elementos hallados durante los operativos en los que se detuvo a los sospechosos, se recuperaron joyas, televisores, dinero en efectivo y electrodomésticos, y la Fiscalía convocó a un reconocimiento por parte de las víctimas para recuperarlos.

La banda, compuesta por seis personas, fue desbaratada el 10 de julio de 2016 en el marco de una serie de allanamientos en Rosario, Funes, La Matanza, Lomas de Zamora y Capital Federal.