En menos de 24 horas se repitió un ataque a balazos a lo que parece ser un nuevo blanco de la violencia urbana: las estaciones de servicio. Cerca de las 22, la GNC Oeste, de Mendoza y Circunvalación, quedó completamente desprotegida luego de que desde un vehículo apuntaran y gatillaran contra la zona del minimarket y bar, dejando sólo daños materiales y un susto masivo para quienes estaban en el lugar y, por supuesto, para los propietarios del comercio.

Se trata de una zona en la que a esa hora mantiene el movimiento de personas que, no sólo cargan combustible, sino que usan a la estación de servicio como una parada. En principio, personas que se movilizaban en un vehículo dispararon sin mediar palabras o amenazas y rápidamente se fugaron. En el lugar se encontraron cuatro vainas servidas pero se visibilizaron dos impactos que impactaron a escasos metros de los surtidores.

El episodio se da a menos de 24 horas desde la estación de servicio ubicada en San Martín y Saavedra sufriera un ataque similar. Al borde de la medianoche dos personas que se trasladaban en moto y llevaban una mochila de Pedidos Ya dispararon contra el minimarket. 

La pregunta es a qué se debe este tipo de modalidad contra las estaciones de servicio. Una de las hipótesis es que busque extorsionar a los dueños para brindarle protección a cambio de dinero. Justamente, si no aceptan, responden con balas. Un oxímoron de la violencia urbana. Lo curioso es que en este último casos, al menos en principio, no se ha detectado una intimidad o amenaza previa.

Este tipo de aprietes ha ocurrido en distintas actividades legales, como concesionarias, y hasta ilegales, como casinos clandestinos. Vale recordar el aceitado sistema extorsivo y extremadamente violento que manejaba desde la cárcel Guille Cantero y que derivó en la causa del juego ilegal que escaló ó hasta llegar a la política. 

Otra estación de servicio baleada: un nuevo blanco que desconcierta