El Hospital Provincial empieza a salir de la convulsión que significó el intento de rescate de un convicto que estaba en la guardia y que derivó en el asesinato del policía Leoncio Bermúdez, que estaba en vigilancia. Este miércoles el nosocomio normalizó la atención en la guardia médica luego de una semana atendiendo solo a casos urgentes

Sin embargo, todo sigue teniendo medidas extremas: atención con la puerta cerrada, efectivos caminando dentro del edificio y también por la manzana. El ambiente quedó perplejo y los médicos aterrados.

El crimen de Bermúdez a mediados de noviembre fue brutal. Un operativo para liberar o asesinar a un recluso que se atendía en la guardia por un cuadro de tuberculosis derivó en la ejecución a sangre fría del policía que custodiaba la entrada. 

Las medidas de fuerzas del personal no tardaron en llegar con paros médicos en reclamo de seguridad. La semana pasada se reanudó la atención aunque, como se señaló de manera restringida. El ingreso sigue sin ser libre y hay ciertos protocolos que fueron armando los médicos.  

Los efectivos que custodiaban el hospital en la garita instalada sobre la calle Zeballos, ahora están dentro, mientras que un binomio de gendarmes da vuelta por la manzana. No se sabe aún hasta cuándo se mantendrán estas condiciones.