Pasó el período de prueba y este fin de semana comenzaron a aplicarse sanciones económicas a los conductores que conducen bajo los efectos de drogas prohibidas. La Secretaría de Control y Convivencia informó que realizó más de 400 controles y que cinco resultaron positivos en narcolemia. También hubo 46 casos de alcoholemia. 

La ordenanza que fue testeada durante cuatro meses ya rige con todo su peso. Desde ahora, quienes conduzcan tras haber consumidos cocaína o marihuana, serán penados con multas económicas que van de 3 a 10 mil pesos.

En los 411 controles efectuados durante la noche rosarina, los agentes municipales junto a personal de la Unidad Regional II de la Policía de Santa Fe, se encontraron con cinco personas al volante que habían consumido cocaína.

El sábado por la noche se concretaron 28 remisiones vehiculares, 16 por alcoholemia –el porcentaje máximo fue de 2.22- y dos más por narcolemia positiva. En tanto, el viernes a la noche se remitieron 28 unidades, 22 por consumo de alcohol al volante, siendo el mayor nivel de 1.74 por ciento.