El fiscal Luis Schiappa Pietra aseguró que pruebas forenses y aportes de testigos debilitan la hipótesis de homicidio doloso en el caso de la docente María de los Ángeles, quien fue hallada muerta en la comisaría 10°.

“Estamos viendo registros telefónicos del momento previo, cruzando cámaras de video con testimonios de policías y civiles", detalló el fiscal. Entre los testigos, hay "dos colegas docentes conocidos de París" que "la vieron una hora antes en Santa Fe y Pueyrredón, y notaron que estaba afectada, tenía dificultad emotiva, y la vieron subir a un taxi”, remarcó.

La hipótesis de un eventual homicidio se debilita en tanto que “los golpes externos no dan entidad como para generar un homicidio". Por otra parte, "el forense que hizo la autopsia confirmó que tenía escoriaciones y lesiones menores, algunas de varios días, pero ninguna era de entidad relevante para causar un homicidio”, apuntó el fiscal.

La investigación sobre la muerte de París busca echar luz sobre dos puntos: no solo la causa de muerte de la bibliotecaria, sino además si fue correcta la actuación de la policía.

La unidad de violencia institucional de la fiscalía está evaluando las conductas de los efectivos: en concreto, verificar si siguieron el protocolo de salud mental. Schiappa Pietra adelantó que “la fiscal Karina Bartocci evalúa y no descarta un pase a disponibilidad de los policías” involucrados en el caso.

La mujer habría ingresado dos veces a la comisaría. La primera vez aseguró que quería denunciar un intento de robo, tras lo cual los efectivos adujeron que tuvo un ataque de nervios y salió corriendo a la calle. La segunda vez habría ingresado luego de que los efectivos corrieran tras ella y la lograran calmar. “Un civil colaboró en el ingreso de la mujer en la comisaría”, precisó el fiscal.

En busca de pruebas sobre el arribo de la mujer a la comisaría 10, se dio intervención a la Policía Federal para que haga un relevamiento de cámaras en la manzana donde se encuentra la seccional.