Un rato después de las ocho de la noche del miércoles empezaron a circular mensajes que hablaban de una balacera en la zona sur. Enseguida, las cámaras de televisión transmitían en vivo desde el lugar, a la hora de los noticieros y cuando el cuerpo de la víctima todavía estaba sobre la vereda: era Claudio Ramírez, el repartidor de la carnicería del Fonavi de Sánchez de Thompson al 200 bis, al que habían acribillado delante de su mujer y su hija. El lugar se llenaba de curiosos y de móviles policiales, al mismo tiempo que se había irradiaba un alerta que terminaría con la captura de uno de los presuntos autores del hecho a las once de la noche. Un final no habitual para los casos que repiten frenéticamente en una ciudad que ya cuenta más de 180 homicidios en lo que va del año.

Los hechos 

Claudio tenía 49 años. Anoche, antes del partido de Central y cuando todavía los vecinos circulaban por los comercios del barrio, estaba cobrando mercadería en la carnicería del Fonavi. Había llegado en auto, en el que esperaban su mujer y su hija, que vieron la escena: un Chevrolet Corsa verde que llega y estaciona, y varios hombres que empiezan a disparar y el carnicero que cae herido. Los atacantes escaparon tan pronto como llegaron.

Minutos después, en medio de la desesperación de la familia, proliferaron videos en las redes sociales y audios de WhatsApp que narraban un ataque con ametralladora. En eso llegó una ambulancia del Sies cuyos médicos no tuvieron más que confirmar que nada había por hacer: Ramírez había muerto. Luego se sabría que el hombre residía en la zona Rouillón y Seguí, barrio Moderno.  

Tweet de es mi nombre al revés duh

La captura

Los datos que habían pasado los testigos servían para la búsqueda del Corsa desde el que habían disparado. Así, mientras en la zona del ataque trabajaban los equipos forenses de la policía, varios patrulleros mantenían el alerta para divisar movimientos extraños. Y a las diez de la noche, por los handys comunicaban la detención de un sospechoso a unos 12 kilómetros del crimen de Claudio, en zona oeste

Unos minutos antes, un móvil que patrullaba en zona oeste por 27 de Febrero y Rouillón había divisado un auto que al ver a la policía aceleró su marcha. Los policías comenzaron a perseguirlo, Era un Corsa verde patente MGO 314 al que terminan interceptando a unas 20 cuadras, casi llegando a la Circunvalación, pero por calles Bemporat y Guatemala, en barrio Godoy.

Los fugitivos frenaron el auto y salieron corriendo en distintas direcciones, según describió la policía. Uno de ellos fue detenido: es Agustín C, de 23 años, que en las próximas horas será imputado por el fiscal Ademar Bianchini. Los otros dos, cuando se escriben estas líneas, permanecen prófugos.

El Corsa en el que escaparon los homicidas.
El Corsa en el que escaparon los homicidas.

Ante la rareza de que se haya dado con un sospechoso tan rápido, cuando en la mayoría de los crímenes que hay en Rosario esto demora semanas incluso, RosarioPlus consultó al Secretario de Seguridad provincial, Claudio Brilloni. El funcionario valoró el accionar de los uniformados y reveló cuál fue la clave: "Testimonios, cámaras, celeridad del 911 y reacción policial. Pero siempre es muy importante para esclarecer un homicidio o una balacera que los testigos puedan aportar la mayor información posible", dijo.