Victorio Benjamín Echavarría fue ejecutado el miércoles por la tarde en zona sur, en Amenábar al 6200. Sus restos fueron identificados recién este viernes, tras varias horas en las que había permanecido como NN. Su crimen, según las primeras pistas que investiga Fiscalía, podría inscribirse en una zaga de hechos violentos que se inició -al menos- con la muerte de Lorenzo “Jimi” Altamirano, el músico ejecutado hace poco más de un mes frente a la cancha de Newell's.

El joven residía en la colectora de Circunvalación Juan Pablo II, e Ituzaingó, y el 28 de febrero había cumplido 25 años. En su perfil de Facebook bromeó con que cumplía 16. Y muchos amigos y amigas le festejaron la chanza. En la tarde siguiente, fue ejecutado a disparos. Nada hacía prever ese desenlace.

A Echavarría, reconocido por sus huellas dactilares, lo llevaron en un Renault Sandero gris hasta la zona de Amenábar y Barra, a unas quince cuadras de su casa, en Belgrano Sur. Y allí lo bajaron del auto para matarlo. Junto a su cuerpo -como pasó con “Jimi” y con el caso de Brandon Ortigoza, un joven asesinado hace diez días en Tío Rolo- dejaron un mensaje mafioso: la nota hacía referencia a Emanuel Leguizamón, que hoy está preso pero solía vivir en esa misma cuadra. 

Apodado “Sapo” en la nota que dejaron junto a la víctima, Leguizamón está preso desde noviembre de 2021 y se sospecha que es parte de la banda liderada por Pablo Camino. Este último permanece detenido desde 2015 y cumple condena por dos homicidios -uno de ellos el de Rubén “Tubi” Segovia- y tiene peso dentro de la barra de Newell's y Los Monos.

Unos días atrás, cuando mataron a Brandon Ortigoza, había aparecido junto a su cadáver una nota que le decía a Camino “Dejá de matar gente inocente”. El joven había sido raptado y ejecutado en el Camino Nuevo a Soldini, el 27 de febrero. En ese momento, la hipótesis de Fiscalía vinculó el hecho con el homicidio pocos días antes en el Coloso del Parque. En los tres casos, sumando el más reciente de Echavarría, el cuerpo termina siendo utilizado como “sobre” para transmitir un mensaje mafioso.