En una gravísima filtración de seguridad, las fotos de 116.459 ciudadanos argentinos, utilizadas para documentos de identidad, fueron robadas del Registro Nacional de las Personas (Renaper) y publicadas para descargar en grupos de compra-venta de datos personales y a través de la app de mensajería Telegram.

Con un archivo de más de 2 gigas de información, esta filtración incluye imágenes de alta calidad de argentinos, tomadas al momento de sacar o renovar el DNI o el Pasaporte, y con números que van desde los 10 hasta los 57 millones, lo que implica que también hay datos de menores.

Y no solo eso, sino que cada imagen está identificada con el correspondiente número de documento o pasaporte de la persona, con lo cual es fácilmente asociable la imagen con el nombre y otros datos personales.

"Los datos personales se comercializan para cometer diversos tipos de ciberdelitos, entre los que se encuentra la suplantación de identidad, que puede usarse para conseguir accesos no autorizados o realizar ingeniería social. Las fotos son codiciadas para algunas aplicaciones fintech que validan identidad de manera 100% digital". expresó el periodista Juan Brodersen en su nota publicada en Clarín, donde se dio a conocer la información.

En esta misma publicación, el Ministerio del Interior respondió a la filtración asegurando que "corresponde a un incidente del Ministerio de 2022" y que "los datos fueron extraídos con claves habilitadas por usuarios" de dicha cartera.

En aquel entonces, desde el Ministerio de Salud se había accedido de forma no autorizada al Registro Único de Audiencias (RUA).

No es la primera vez que el Renaper sufre una filtración, ya que en 2021 un hacker también logró acceder y filtrar datos de más de 60 mil argentinos, asegurando que poseía los de todos los habitantes.

Otra gravedad de la filtración actual es que las fotos no tienen marca de agua del Renaper, por lo que pueden ser utilizadas en otras plataformas.

Desde el Gobierno, además, emitieron algunas recomendaciones para protegerse, como estar atentos a posibles estafas o actividades inusuales (monitorear sus cuentas bancarias y tarjetas de crédito, y estar atentos a cualquier actividad que no reconozca), no compartir información personal por internet (no compartir fotos, documentos o información personal en sitios web o aplicaciones de dudosa procedencia), utilizar contraseñas seguras y diferentes para cada cuenta (utilizar contraseñas robustas y diferentes para cada cuenta online para dificultar el acceso de los ciberdelincuentes) y mantenerse actualizado sobre las últimas amenazas cibernéticas (informarse sobre las últimas modalidades de ciberdelito para poder estar prevenido y actuar en caso de ser víctima de un ataque).