Luego del ataque de este miércoles a la sede de Rosario Central en el que resultó herido un joven empleado de seguridad, el ministro de Seguridad Jorge Lagna se reunió por la tarde con Rodolfo Di Pollina e Ignacio Astore, presidentes de los clubes que desde el fin de semana protagonizan una saga de hechos violentos. Además, dispuso el refuerzo de vigilancia con agentes uniformados y de civil de distintas instalaciones de los dos entidades.

"Los vándalos que cometieron estos hechos tienen que estar presos. Es una reunión que nos debíamos para demostrarles a los miles de simpatizantes que unos pocos violentos no nos tienen que hacer perder el norte de la paz y tranquilidad que tiene que reinar en el futbol. Central y Newell's son el clásico mas apasionante", mencionó el funcionario a la salida.

Y agregó: "Confiamos ciegamente en el trabajo de Fiscalía. Es necesario que esto se esclarezca. Hemos generado una mesa de trabajo con una agenda común que trasciende la seguridad que tiene que haber en cada cancha. Necesitamos mejorar los sistemas de videovigilancia. Tenemos un equipo especial trabajando con los fiscales aceleradamente en pistas de investigación".

Por otro lado, sostuvo que "esta semana tuvimos dos detenciones muy importantes de personajes que atemorizaban a la ciudad, protagonistas de supuestas balaceras y de asesinatos. Seguimos sosteniendo que hay una intención de generar intranquilidad, temor, de parte de sectores ligados al delito que parece que quieren torcerle la mano al gobierno y eso no lo van a lograr".

Y aseguró: "Vamos a seguir intensificando las medidas de inseguridad en cuanto a recursos humanos, tecnología y condiciones de detención".

En relación a los hechos de vandalismo vinculados a Central y Newell's por un lado y a la seguidilla de ataques a las estaciones de servicio, Lagna sostuvo que se siguen dos líneas de investigación distintas.

"Hay una que puede surgir de un hecho puntual de un tarado al que se le ocurrió una broma de mal gusto que terminó en una escalada de violencia y después está la investigación macro respecto a la ola de intimidaciones que sufrimos en estaciones de servicio que no tienen una razón de ser puntual", explicó.

Por su parte, el presidente de Newell's manifestó que "la reunión fue muy positiva. Esto a los clubes y a las ciudades nos perjudica mucho. Cuando ocurre este tipo de cosas la gente tiene miedo e ir a los estadios resulta no grato".

"Hemos recibido un golpe muy duro como sociedad. Hay daños materiales muy importantes pero lo mas importante es lo simbólico. Como dirigentes nos tenemos que unir y plantear una agenda en común. Tenemos que bajar un mensaje de paz", agregó Di Pollina.