La mujer asesinada el miércoles a la noche en barrio Santa Lucía, mientras tomaba mate en la puerta de su casa junto a su marido, había sido atacada a tiros en 2019 en el marco de una disputa entre su familia y la de Claudio “Morocho” Mansilla, un peso pesado del hampa local, vinculado al narcotráfico, condenado por un doble crimen y recapturado el mes pasado luego de haberse fugado el año pasado junto a otros reclusos de la cárcel nº 11, en Piñero.

Se trata de Catalina Aquino (63), quien fue asesinada ayer de múltiples balazos en la calle Provincia de Misiones al 2100, en ese barrio en el oeste de la ciudad por sicarios que abrieron fuego contra ella y su marido, un hombre de 58 años que actualmente permanece internado.

Este jueves, la fiscalía rosarina reveló algunos datos que vinculan ese ataque a una vieja disputa entre familias vinculadas al narcotráfico. Según las fuentes, durante los últimos años Aquino fue hostigada por una banda antagónica, con la que sus familiares competían para operar en el territorio.

Esa disputa comenzó en agosto del 2019 cuando Rubén Giménez, hijo Aquino, salió de prisión y regresó a vivir con su madre.

Desde ese momento, la vivienda comenzó a ser visitada por “matones” ligados al narcotráfico, identificados por los voceros por lo apodos de “Carita”, “Edu” y “Maxi”, quienes en varias oportunidades balearon el frente de la propiedad. En uno de esos hechos, ocurrido en el 2 de agosto de 2019, Aquino recibió un disparo en el abdomen, del que logró recuperarse.

Por ese hecho, "Edu" fue condenado a siete años de prisión, luego de aceptar la pena en un juicio abreviado.

Los pesquisas establecieron que Carita”, “Maxi” y “Edu” están ligados a la banda narcocriminal de Claudio "Morocho" Mansilla, un hombre condenado por un doble crimen relacionado a la disputa territorial por la zona sur de la ciudad y que el mes pasado cayó detenido en un departamento del barrio Fontanarrosa (ex Zona Cero), donde se mantenía prófugo.

Mansilla fue el último de los presos recapturados tras de la fuga del Centro Penitenciario de Piñero, de donde en junio del año pasado huyeron ocho reclusos apoyados por un grupo armado que protagonizó un tiroteo con penitenciarios desde el exterior del penal.

El Tribunal Oral Federal nº 8 de Rosario, integrado por los jueces Mario Gambacorta, Eugenio Martínez y Osvaldo Facciano, condenó este jueves a Mansilla a la pena de 12 años de prisión por organizar "una empresa criminal dedicada al comercio de estupefacientes". Con él, fueron condenados sus laderos Nahuel Córdoba (8 años de cárcel), Maximiliano González (8 años y medio de cárcel), y Ezequiel Romero (7 años de cárcel). Los tres fueron enviados a una prisión del Servicio Penitenciario Federal. 

Las fuentes dijeron que la familia de Aquino lleva adelante una larga puja con la banda de Mansilla por el control de la venta de drogas en el barrio Santa Lucía.

Desde entonces se sucedieron los ataques entre bandas, entre ellos el que tuvo como víctima a Sol Delgado, miembro del clan Mansilla, ejecutada durante una balacera en 2019.

Durante aquel episodio, también resultaron heridos de bala "Carita" y "Edu", pareja de Delgado.

Un mes más tarde del crimen de Delgado, fueron asesinados el yerno de Aquino, Sergio Birri, y días más tarde el hijo de la mujer ayer asesinada, Rubén Aquino, ambos ejecutados en ataques a tiros cometidos por sicarios.

La investigación por el crimen de Catalina Aquino se encuentra en manos del fiscal de la unidad de Homicidios Ademar Bianchini.